Trump, o la crueldad de la separación de familias
EEUU sufre una decadencia
La separación de familias en la frontera con México es un síntoma mؘás de la decadencia general que sufrimos desde la llegada de Trump a la Casa Blanca. Parece ser que romper familias se ha convertido en la nueva política cruel del presidente de la nación más poderosa del planeta.
En su hoja de ruta para afianzar el liderazgo entre sus bases más conservadoras, y por lo tanto más intolerables y xenófobas, el número 45 impone su mano dura utilizando a niños indefensos para imponer su política migratoria.
El Gobierno Federal está ignorando los derechos humanos de miles de niños y niñas que han sido separados de sus padres. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó, lógicamente, está política racista, de tolerancia cero, por ir en contra “de los principios de los derechos humanos”.
Lo que está sucediendo en Estados Unidos en el siglo XXI con la separación familiar es inimaginable e inconcebible. Las imágenes de pequeños llorando al ser arrancados del cobijo de sus padres son espeluznantes y están dando la vuelta al mundo. Esto es una vergüenza para nuestro país. Sinceramente, yo no me puedo imaginar que alguien me arrebate a mi hijo de mis brazos. No puedo imaginar la impotencia que sienten esos padres a cuyos hijos les han “robado” en la frontera.
Aquí en Nueva York, hay 327 niños y niñas que han sido separados de sus familias, cifra que incluye los tres hijos de la guatemalteca Yeni González. Esta situación es surrealista. Hace unos días recibí en la oficina la carta de un niño que vive en mi distrito y en la que refleja su profundo malestar por lo que ve en los noticieros sobre los casos de separación familiar. Me pide que haga todo lo que está en mis manos para cambiar está política inhumana cargada de odio. Así lo haré.
(José Peralta es el senador estatal por el distrito 13 que representa Corona, East Elmhurst, Jackson heights, Elmhurst y partes de Astoria y Woodside).