Demócratas postergan elección de líderes de la Cámara de Repesentantes hasta diciembre
El Partido Demócrata afronta nuevamente tensiones entre la vieja guardia y líderes emergentes
WASHINGTON — A la par de su estrategia para recuperar el control de la Cámara de Representantes en los comicios de noviembre próximo, los legisladores demócratas decidieron este martes postergar por un mes la elección de su liderazgo, en medio de pugnas internas.
Durante una reunión a puerta cerrada, los demócratas de la Cámara de Representantes decidieron a viva voz postergar hasta después del próximo 5 de diciembre la votación de los líderes de su bancada, un mes después de los comicios que decidirán el control de ambas cámaras del Congreso.
La decisión se produjo mientras el Partido Demócrata sigue tratando de descifrar el impacto de la imprevista derrota electoral del legislador de Nueva York, Joe Crowley, en las primarias del mes pasado, frente a Alexandria Ocasio Cortez, una joven novata en la política.
La victoria de Ocasio Cortez, una activista de ala izquierda del partido, ha insuflado esperanzas a una nueva generación de líderes demócratas.
Es que, prácticamente en cada ciclo electoral, la líder de la bancada demócrata, Nancy Pelosi, ha mantenido un férreo control desde 2002 de la bancada, pero ésta también ha afrontado fuertes críticas por su estilo de liderazgo.
Al frente del timonel, Pelosi ha sido, según observadores, una máquina de recaudación de fondos y ha logrado mantener la disciplina del partido en casi todos los asuntos más acuciantes de su base.
Pero también ha levantado ampollas con su estilo de liderazgo y una veintena de candidatos y legisladores demócratas han dicho que no votarán por ella, así el partido recupere la mayoría.
Varios legisladores demócratas han sugerido indirectamente que podrían disputarse el puesto de “número cuatro” que ocupaba Crowley en la jerarquía del partido, incluyendo a las legisladoras Barbara Lee y Linda Sánchez, ambas de California.
Es, en su esencia, una pugna entre la vieja guardia del partido –Pelosi y el resto de la cúpula conforman un club de “setentones”- y los líderes emergentes y una brecha generacional que podría dar pie a una crisis interna, según analistas.
La oficina de Pelosi aún no ha contestado a una solicitud de comentario de este diario.
En 2016, Pelosi superó una rebelión similar entre la bancada demócrata, liderada entonces por el congresista Tim Ryan, quien no logró desbancarla como líder de la minoría.
Con el plan aprobado hoy, los demócratas que ganen en los comicios del próximo 6 de noviembre –tanto los nuevos como los que obtengan la reelección- tendrán un período de ajuste para luego decidir el futuro rumbo de su cúpula en la Cámara Baja.