Robert Pattinson casi llega a los golpes con el director de su última película
El actor reveló que estuvo a punto de tener un altercado con el cineasta Robert Eggers
Robert Pattinson (32) no podría estar más satisfecho de haberse adentrado de lleno en el género del terror psicológico con su última película ‘The Lighthouse’, pero lo cierto es que esa sensación solo se ha materializado con el paso del tiempo y una vez superado el trauma de haberse visto sometido a un durísimo rodaje por parte del responsable del filme, el director Robert Eggers, de quien incluso asegura que estuvo a punto de propinarle un “puñetazo” en la cara.
“Nunca había estado tan cerca de pegarle un puñetazo en la cara a un director, de verdad lo digo. El proceso fue una especie de tortura pero, por otro lado, aportó una energía muy interesante en el set. Al margen de lo mucho que quiero y admiro a Robert, llegó un punto en el que tuve que hacer cinco tomas de una escena en la que solo tenía que caminar por la playa”, ha revelado el artista en conversación con la revista Interview.
“Llegué a espetarle: ‘¿Pero qué co** está pasando aquí? Siento que me estás enchufando agua con una manguera directamente a la cara’. Y él me contestó: ‘Eso es exactamente lo que te estoy haciendo’“, ha añadido sobre esa presión emocional que vivió durante la grabación y que, afortunadamente, también transmitirá el personaje al que da vida en la cinta.
En la entrevista que ha concedido al citado medio y que lleva a cabo nada menos que el reputado Willem Dafoe, coprotagonista además de la película que llegará a los cines a principios del año que viene, el intérprete británico también se ha expresado sobre aquellos factores que, a día de hoy, le llevan a priorizar ciertas ofertas laborales por encima de otras.
Y teniendo en cuenta que buena parte del público sigue asociándole a la exitosa saga juvenil ‘Twilight’, no resulta sorprendente que entre esos criterios no destaque precisamente el posible impacto comercial de la cinta en cuestión.
“Ahora mismo solo quiero hacer películas que me supongan un reto evidente, literalmente aquellas de las que en principio pienso que no voy a ser capaz de hacer. Primero espero no ahogarme, y si no me ahogo, con suerte me las arreglaré para aprender a nadar sobre ellas. Cuando estoy haciendo una película, ya no pienso directamente en quién se animará a verla. Solo pienso en ello si creo que puedo hacer algo para animar a la gente a ir al cine”, ha aseverado.