Emma Coronel y sus tres quejas en corte en juicio contra “El Chapo”
Pocas veces se expresa, pero, cuando la hace, no pasa desapercibida
Emma Coronel ha evitado a a la prensa en el exterior de la corte de Brooklyn. Crédito: Justin Lane | EFE
Emma Coronel observa cada detalle de su esposo Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera…hasta su corbata.
En el segundo día del juicio, este martes, en una corte federal de Nueva York contra el supesto exlíder del cartel de Sinaloa, salieron a relucir algunas quejas por parte de la sinaloense.
Quizá la más curiosa fue la referente a la ropa de su marido.
De acuerdo con el relato de periodistas destacados en la sala 8D de la Corte del Distrito Este de Brooklyn, Coronel criticó que al padre de sus hijos no le dejaran vestir la cobarta que ella le compró y con la que se hubiese visto “guapo”.
“¿Por qué no le pusieron la corbata que le regalé que es más bonita?”, cuestionó la mexicana a una mujer que la acompañaba y que sería una empleada del bufete legal que representa a El Chapo, segun reseñó este jueves Univision.
De inmediato, Coronel se resignó. “Aquí los guardias le escogen qué se ponga”, habría sido su siguiente comentario.
Todo sobre el juicio contra “El Chapo”
Otros de los reclamos de la mexicana fue sobre el aparato de traducción para escuchar los procesos en el tribunal. Solo ella y “El Chapo” los utilizan, ya que no entienden inglés.
Aparentemente, hubo un problema con el sistema y Coronel lo hizo notar. “Es muy feo cuando todo el mundo está hablando y no sabes lo que están diciendo”, expresó.
La tercera de las quejas tuvo que ver con los bocetos que realizan de ella en el tribunal.
A su juicio, los dibujantes la ilustran “gorda”.
Cada paso de Coronel, que se ha convertido en otra de las protagonistas del juicio, es motivo de atención de usuarios de redes y de los medios.
Todo sobre el juicio contra “El Chapo”
Por ejemplo, las selfies que se tomó este miércoles en el exterior de la corte con fanáticos de ella y de su esposo siguen siendo tema de conversación.
Coronel es de pocas palabras, por lo que cada gesto o mínimo comentario que haga genera curiosidad y especulación.
