Va preso 20 años el “Scarface” de El Barrio
Ceferino Pérez, alias “Papo”, se comprometió también a devolver unos $333,000 en efectivo, así como joyas, relojes y otros objetos valorados en cientos de miles de dólares
Nueva York, 29 de Febrero – Un narcotraficante latino que controló durante más de dos décadas el tráfico de cocaína en Nueva York fue condenado hoy a 20 años de cárcel, mientras que 21 miembros de su banda se declararon culpables, informó hoy la Fiscalía de Manhattan.
Ceferino Pérez, alias “Papo”, se declaró culpable el pasado 9 de febrero y hoy fue sentenciado a 20 años de cárcel por un juez de la Corte Suprema de Nueva York, según detalló la oficina del fiscal, Cyrus Vance.
Además, otros 21 integrantes de la banda que operaba en El Barrio latino de Harlem se declararon culpables, de los que 15 ya han sido condenados y los otros siete están pendientes de la lectura de la sentencia, según la Fiscalía.
Pérez, de 45 años y residente en El Bronx, lideraba una banda de narcotraficantes que brindaba servicios a domicilio y que generaba ganancias de unos $1.8 millones al año, según las autoridades.
Como parte de su declaración de culpabilidad, “Papo” se comprometió también a devolver unos $333,000 en efectivo, así como joyas, relojes y otros objetos valorados en cientos de miles de dólares.
“Nuestro objetivo no es sólo retirar de nuestras calles a unos cuantos distribuidores de drogas sino desmantelar una de las mayores redes de distribución de narcóticos de Manhattan”, afirmó el fiscal en un comunicado de prensa.
Vance detalló que Pérez y sus socios “inundaron” durante años la ciudad con cocaína, ventas que les reportaban uno beneficios anuales de un millón de dólares, causando un “daño significativo” en las comunidades donde operaban.
Pérez, quien llegó a hacerse una foto como el personaje de Al Pacino en el filme “Scarface”, era uno de los cabecillas del trasiego de cocaína en Manhattan, donde tenía una docena de vendedores en la calle.
Las autoridades estiman que la banda tenía una media diaria de entre 100 y 150 clientes, que llamaban por teléfono a los “camellos” (distribuidores) cuando querían comprar droga y que entregaban a domicilio o en el lugar que se les indicara.
El resto de las ganancias provenían de otro negocio de tráfico de drogas a gran escala en la misma zona, así como en el barrio de El Bronx y en el condado de Westchester, según quedó demostrado durante el juicio.
Agentes encubiertos comenzaron la investigación en la primavera de 2010, con el apoyo de la Fiscalía de Manhattan, y quince meses más tarde desembocaron en la detención de los 22 acusados, según detalló en su momento la Fiscalía.
Entre los condenados se encuentran Kenneth Hernández, sentenciado a entre ocho y diecisiete años de cárcel; David Rivera, a entre nueve y dieciséis años; y Herbert Thompson, Sindy Villanueva y Kelvin Pérez, cada uno a otros 12 años.