Michael Ramos: Un domador de bestias
Con apenas 19 años se entiende muy bien con los animales y los maneja durante el show que se presenta dos veces al día en los diferentes estados del país.
Nueva York – Nació y se crió en el mundo del circo. Entre payasos, malabaristas, y claro, los animales, el joven Michael Ramos ha vivido su infancia y juventud. Con apenas 19 años se entiende muy bien con los animales y los maneja durante el show que se presenta dos veces al día en los diferentes estados del país. En la actualidad se está presentando en Queens y seguirá su gira en Nueva Jersey. Ramos es de descendencia mexicana y conocido con el apodo de “Chino” y ha seguido la tradición de siete generaciones en su familia.
¿Cómo fueron sus inicios en el mundo del circo?
Como todo niño normal salía a la calle, jugaba con mis amiguitos del circo y con los animalitos cuando eran pequeñitos. Tuve que dejar el circo cuando entré a la escuela, pero después que me gradué de secundaria y regresé a hacer lo que realmente me apasiona.
¿Cómo hace para que los animales se dejen manejar más fácilmente durante el show?
Primero que todo a mí me gustan muchos los animales… cuando van creciendo hay que aprender a respetarlos para que te respeten y obedezcan cuando están durante el show. Y es lo que mi familia ha estado haciendo por más de 100 años.
¿Cómo es un día en el circo?
Al levantarme lo primero que hago es asegurarme que los tigres tengan agua y estén limpios. Después desayuno y preparo las cosas para la primera función en la mañana.
Después de terminada la función, los dejo listos para la próxima función en la noche y salgo como cualquier otro chico. Es un trabajo que tengo que realizar, lo de domador es como un trabajo normal
¿Qué hace en su tiempo libre?
Me gusta ir al centro comercial a comprar ropa y zapatos. También disfruto mucho de ir al cine y disfrutar de un buen asado al aire libre con mis amigos del circo, que somos como una pequeña comunidad.
¿Alguna experiencia peligrosa o miedosa durante el trabajo con los tigres?
No, nada malo ni peligroso. Solamente una vez, cuando le daba de comer a un tigre me rasguño con su uña, pero fue algo mínimo. Mi vida no ha estado en peligro. A mi tío que es domador tiene cuatro huecos en una pierna y son los colmillos de un tigre y también tiene muchas cicatrices en los brazos, pero nada de peligro.
¿Ha pensado en salir del circo para ir a la universidad?
Tal vez alguna vez lo pensé, pero no hay necesidad todavía. Gano buen dinero y disfruto mucho lo que hago.
¿Cuánto se demora en domar un tigre?
De principio a fin para que te obedezca y esté bien enseñado es por lo menos un año. Hay que tener mucha paciencia.
¿Sólo trabaja con tigres?
No, lo estoy haciendo ahora, pero he trabajado con elefantes, zebras, caballos, culebras y otros animales.
¿Por qué sitios ha viajado y cuanto duran las giras?
Son de enero hasta noviembre y hemos viajado por los 50 estados de Estados Unidos. En noviembre ya regreso a mi casa que está en Tampa, Florida, donde me espera mi mamá y mis abuelos para pasar las fiestas de fin de año. Durante el año estoy con la comunidad del circo donde también tengo familiares, mi tía, el esposo y mi primo.
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
Sentir que tengo el control de todo y saber que las personas lo están disfrutando. El dar un buen show, esa es mi meta de todos los días.