Vecinos dan un “no rotundo” a planes de construir prisiones para reemplazar a Rikers
La Ciudad celebra audiencia sobre su propuesta de crear cuatro centros para albergar a 5,000 reclusos cuando se cierre la gran cárcel de NYC
La Administración De Blasio avanza en su promesa de cerrar la cárcel de Rikers Island cuando la población de reclusos baje de 10,000 a 5,000 internos, y como parte del plan, este miércoles se llevó a cabo una audiencia pública para escuchar las voces de la comunidad sobre la construcción de cuatro prisiones nuevas en Manhattan, Queens, El Bronx y Brooklyn, y allí la oposición al programa y las críticas salieron a flote.
Durante varias horas, un grupo de representantes de la Ciudad y de la Comisión de Planeación escucharon atentos los reclamos, preocupaciones y hasta señalamientos de decenas de líderes comunitarios, vecinos, defensores de los reclusos y promotores de planes de reforma al sistema carcelario, quienes mayormente dieron un “no rotundo” a los planes del Gobierno municipal.
“Una vez más estamos aquí para decirle al Alcalde y a la Comisión de Planeación que no queremos más prisiones en nuestros barrios, que lo que queremos es que esos recursos se inviertan en programas en nuestras comunidades y no en la promoción de más sitios que criminalicen a las comunidades”, aseguró Mayra Hernández, miembro del grupo “No Nuevas Cárceles”.
Reniee Levine, representante de los vecinos de Kew Gardens, donde la Ciudad ha dispuesto levantar el nuevo penal de Queens con capacidad para 1,150 internos, se sumó a las voces de protesta y fue más allá, hasta el punto que acusó a la Ciudad de avanzar sus planes a espaldas de la gente.
“La Ciudad nunca nos habló de este tema, nosotros nos terminamos enterando por las noticias y las conversaciones que han tratado de tener con nosotros desde noviembre pasado han sido una farsa, pues es claro que a esta administración no le interesan nuestras posturas, pero repetimos que nos oponemos a estas cárceles”, dijo la líder comunal de Queens.
Sylvia Hack, representante la Junta Comunitaria 9 de Queens, fue bastante dura en sus apreciaciones y manifestó que la Ciudad está improvisando sobre un tema tan importante.
“Primero que todo tenemos que decir que ellos no tienen un plan. Cuando uno va a construir algo en un sitio, lo mínimo que se necesita es un plan y ellos no tienen plan, como lo acaban de admitir. No tienen ni siquiera un diseño específico. Primero dicen que va a ser para 4,000, luego que 5,000 y luego luego 1,000, no tienen ni idea. Luego aseguran que las mujeres van a estar allí, luego que no. Se nota que están armando la carreta antes de tener los caballos listos”, comentó la representante comunal. “Uno no puede trabajar así. Primero deberían hablar con la comunidad y preguntar qué queremos, pero no lo han hecho, por eso exigimos que este plan se tumbe totalmente”.
Hack manifestó que en Queens hay una cárcel que fue cerrada en 2002, que pudiera usarse sin necesidad de “despilfarrar” fondos. “La Ciudad pueden modernizar ese centro de detención sin necesidad de malgastar 30,000 millones de dólares que quiere usar. En vez de invertir ese dinero en niños, en personas sin hogar y en personas que lo necesitan en nuestras comunidades, el Alcalde viene y pregunta: qué necesitan de nosotros para levantar esta cárcel y nuestra respuesta es que no necesitamos nada porque no necesitamos ninguna cárcel allá”, agregó la líder de Queens.
No todos se oponen al plan
Pero no todo fue oposición a los planes de la Ciudad. Víctor Herrera, miembro del Movimiento “Cierre de Rikers”, quien estuvo dos veces detenido en ese penal, donde confiesa haber sido víctima directa de la violencia, se mostró a favor de la iniciativa de los cuatro penales pequeños que reemplazarán la prisión de Rikers.
“Creo que tenemos que entender que las cosas no se hacen de la noche a la mañana y que el Alcalde está tratando de buscar una solución al cierre de Rikers y es una solución válida que debemos apoyar”, aseguró el activista, al tiempo que pidió a los detractores del plan de las nuevas prisiones que entiendan la problemática de manera compleja. “Muchos no quieren cárceles, pero van a ser necesarias y creo que todo esto que se está dando es parte de un proceso, donde las cosas van a estar mejor”.
Ante los señalamientos, la Ciudad defendió su proceder y los representantes de la Administración De Blasio manifestaron que analizarán muy detenidamente lo escuchado.
“La mayoría de los neoyorquinos apoyan el plan de la Ciudad para cerrar a Rikers y construir instalaciones comunitarias que respaldarían la reconstrucción de nuestro sistema de justicia. Si bien confiamos en que este plan permite a la Ciudad de Nueva York logre reformas históricas de justicia penal, también creemos que es vital que sigamos colaborando con los miembros de la comunidad que brindan información invaluable para ayudar a garantizar que este sea el mejor plan posible”, manifestó Alacia Lauer, vocera de la Oficina de Justicia Criminal de la Ciudad.
Cárceles en cifras:
- 5,000 internos en las cárceles municipales es la meta de la Ciudad.
- 5,750 camas.
- 11,300 es la capacidad actual de las cárceles.
- 4 nuevas prisiones serán construidas en los condados de Queens, Manhattan, Brooklyn y El Bronx.
- 1,150 camas habrá en la nueva cárcel de Brooklyn, localizada en Atlantic Avenue.
- 1,150 camas habrá en la nueva cárcel de Manhattan, ubicada cerca de Chinatown.
- 1,150 camas habrá en el nuevo penal de Queens, localizado en Kew Gardens.
- 1,150 camas habrá en la cárcel de El Bronx, cerca de Walles Avenue.
- 11 unidades carcelarias tiene actualmente la Ciudad.
- 8 de ellas funcionan en Rikers Island.
- 3 en otros condados.
- 65% ha disminuido la población carcelaria desde 1991.
- 34% ha disminuido el número de reclusos desde el 2014.
Objetivos del plan de nuevas cárceles:
- Crear instalaciones de rehabilitación, diseñadas para mejorar los resultados sociales, educativos y de salud, que sean espacios más cerca de las familias y comunidades de origen de los reclusos.
- Proporcionar mayor acceso a servicios sociales y proveedores de servicios comunitarios y que haya menos familias impactadas por el sistema de justicia penal.
- Cerrar aquellas unidades carcelarias obsoletas y mal diseñadas que existen en la prisión de Rikers.
- Mejora las líneas de visión y seguridad con un diseño más moderno.
- Reducir la violencia con nuevos procedimientos, unidades más pequeñas y mejor monitoreo.
- Proveer programación de calidad para reducir la reincidencia.
- Reducir los retrasos innecesarios de casos que amplían la población de la cárcel y la duración de la estancia.
- Disminuir los costos de vivienda y transporte a través de instalaciones más eficientes y rutas de transporte, así como una población de cárcel más pequeña.
- Agilizar las transferencias entre la cárcel y los juzgados.
- Mejorar el acceso de los abogados y proveedores de servicios a los acusados.