Dieron por muerta a su bebé y cuando abrió el ataúd estaba viva
La otra parte de la historia es todavía más terrible
Una mujer de Argentina fue a la morgue a despedirse de su hija, quien los médicos dieron por muerta, pero cuando abrió el ataúd, la bebé lloró. Esta es su historia.
Analía Boutet estaba embarazada de seis meses cuando le diagnosticaron una complicación llamada “placenta previa oclusiva total”, por lo que su bebé no tenía otra opción más que nacer por cesárea.
Sin embargo, la pequeña terminó naciendo cuatro días después a través de un parto vaginal muy agotador. Habían pasado casi dos horas cuando una enfermera se acercó a la madre con las manos vacías y le preguntó: “¿vas a querer saber la causa de muerte de tu bebé?”.
“Lo hicieron todo mal desde el principio. Me hicieron tacto varias veces, por más que yo les decía que miraran mi historia clínica y no lo hicieran”, aseguró Analía a Infobae.
Boutet comentó que en uno de los tactos sintió que le rompieron la bolsa, pero cuando le avisó a la doctora, le contestó que estaba equivocada y que solo se había hecho del baño.
Fue entonces cuando “me hicieron un monitoreo, dijeron que no sentían los latidos y me llevaron de urgencia a la sala de partos”.
“Yo tenía un cansancio terrible, vomitaba algo verde, quería ayudar a nacer a mi hija, pero me era imposible”, relató la mujer.
Luz nació aparentemente sana, pero al poco rato regresó una enfermera a notificarle que su bebé había fallecido.
Según el testimonio de la madre, entró en shock y, aunque su entonces esposo ya lo sabía, nadie de la familia había visto el cuerpo de la pequeña y constatado su deceso.
“Como a las 10 de la noche reaccioné y dije que quería ir a la morgue a despedirme de mi hija. Sacaron el cajoncito de una cámara de refrigeración y lo pusieron sobre la mesa. Nadie quería ver, me pedían que no la viera para que no me quedara con esa imagen, pero yo quería despedirme”, platicó.
La caja de madera blanca estaba cerrada, por lo que su esposo necesitó de una barreta para hacer palanca y abrirla. “Cuando logró abrirla, yo fui corriendo como en cámara lenta. Primero le vi la manita y se la agarré. Después vi que tenía el cuerpito morado y se le había formado escarcha”, dijo.
Sin embargo, Analía no se esperaba lo que a continuación le ocurriría. “Cuando le destapé la cara, me estaba mirando. Tenía los ojos brillantes y lloró, como una especie de llanto de ‘gatito'”.
Debido a esto, la mujer pensó que estaba teniendo una alucinación, así que la soltó y dio un paso atrás. Ninguno de los que estaban con ella había presenciado lo que ella acaba de ver.
“Pensé que me había vuelto loca. Volví a acercarme y Luz se estaba desperezando. Empecé a gritarle a la señora de la morgue ‘¿por qué se mueve?’. Cuando todos se acercaron, Luz empezó a llorar. Caí arrodillada al piso, como rendida, no lo podía creer”, confesó.
Su hermano, quien fue el único que reaccionó rápido, se apoyó a Luz en el pecho y corrió mientras le aseguraba a la menor que iba a vivir tranquila.
Tras este conmovedor momento, la internaron en estado de gravedad con ayuda de un respirador.
Analía no sabía que ese día su bebé pasó a llamarse como la conoció todo el país: Luz Milagros.
Pero, ¿qué pasó después?
A los ocho días posteriores, Luz tuvo el primer paro cardíaco “por todo lo que le había pasado. Me llamaron para que viera cómo la reanimaban”, detalló la mujer.
Cuando Luz sobrevivió a un segundo paro cardiaco, la trasladaron al Hospital Italiano, en Buenos Aires, donde “nos dijeron que solo le funcionaba el 10 % del cerebro, y que una junta médica había determinado que iban a darle cuidados paliativos para no agredirla más”, explicó la madre.
A Luz Milagros le colocaron un botón gástrico para que se alimentara y le hicieran una traqueotomía para que pudiera respirar.
Sin embargo, tras varias complicaciones, la menor lamentablemente falleció. “La tuve en brazos todo el velorio, mi cabeza decía: ‘¿y si a lo mejor se despierta otra vez?'”, reveló su mamá.
Después de la muerte de Luz, Analía junto a su familia, presentó una demanda civil por daños y perjuicios, y daño moral por mala praxis “contra el Estado provincial del Chaco (Argentina) y las dos doctoras que intervinieron”, afirmó a Infobae el abogado de la familia, José Victorino Acuña.
Victorino platicó que a familia está exigiendo $776.78 dólares, y agregó que todavía no se ha dictado sentencia.