Carlos Tapia, un triunfador del ajedrez
El mexicano de 13 años es una de las estrellas del equipo de la escuela IS 318 de Williamsburg.
Brooklyn – Lo que más llama la atención al entrar a la escuela IS 318 de Williamsburg es cómo las paredes están empapeladas de afiches y artículos de prensa que exaltan los triunfos de su selección de ajedrez.
El mexicano Carlos Tapia, de 13 años, es una de las estrellas del equipo, donde casi una decena de sus 50 integrantes son latinos. En sólo un año ha logrado ocupar el puesto 17 entre todos sus compañeros de la IS 318 y es uno de los primeros entre el grupo de hispanos. En el torneo nacional quedó en el lugar 222 entre más de 1,316 participantes de todos los estados.
“Cada torneo es una experiencia distinta, pero siempre pienso que tengo que ganar por mi equipo”, comentó en su escuela, donde 65 por ciento de los 1,650 alumnos son hispanos que provienen de familias que viven bajo el nivel federal de pobreza.
Con gran seriedad y autoconfianza, este alumno del séptimo grado habla de cómo el ajedrez le ha enseñado que no es un “nerd” (súperdotado) ni alguien “diferente a los demás”, sino un individuo con una extraordinaria capacidad de poner su mente a trabajar.
En su hogar de Greenpoint, él es el único apasionado por el ajedrez. Pero ahora su hermanito de seis años dice que él quiere jugar. “Todo el mundo puede jugar, lo importante es querer hacerlo”, asegura. Carlos, además, tiene una hermana de 18 y otra de 22 meses.
“Yo escogí IS 318 porque sabía que tenía muy buen equipo, pero cuando llegué a esta escuela me prometí que sería el mejor”, explicó.
Su madre Antonia, de 41, confiesa que al comienzo no le gustaba porque se le complicaba mucho llevar a Carlos a las prácticas y torneos. “Nunca creí que él fuera capaz de llegar tan lejos y lograr tanto”, dijo al teléfono.
Carlos siempre ha sido un buen alumno, a quien además le fascina leer, según cuenta Antonia,sobre los hábitos de estudio de su hijo. “Es muy inocente y siempre quiere estar en casa, nunca en la calle”.
La forma en que la IS 318 logró imponerse como el mejor equipo de ajedrez del país es algo de lo que se hablado mucho desde el año 2000, cuando ganaron su primer torneo. En sus aulas, el rey, la reina y los peones son materia obligatoria cada día y aún después de la escuela. Y los sábados se reservan para torneos internos.
El pasado 15 de abril, en Minneapolis, los chicos de IS 318 hicieron historia al imponerse en el Campeonato Nacional de Ajedrez. Fue la primera vez que una escuela intermedia pone en jaque mate a sus pares de secundaria de todo el país.
John Galvin, director asistente de IS 318, resume los logros de estudiantes como Carlos de simple manera: “Quien puede ser más estadounidense que estos niños”. Gracias al ajedrez, ellos aprenden lo que es “trabajar duro, paciencia y la importancia de adelantarse al futuro”. Eso, agrega, son valores que preservarán en su vida futura.
Otro aspecto positivo de este equipo es su diversidad, lo que Gavin considera una fortaleza.
“Todo tienen raíces diferentes y la mayoría nunca ha estado en un hotel ni ha salido de Nueva York. Yo sé que estas son memorias que ellos siempre recordarán”, señala Gavin.
Así el maestro ve recompensado su esfuerzo para lograr que la falta del dinero – un obstáculo siempre presente para estas familias de bajos recursos -no trunque el camino ascendente de estos reyes nacientes del ajedrez.
Finalmente, Carlos explica que lo que aprende sobre el tablero no sólo se queda allí, sino también lo utiliza en clases.
“Éste es un juego de estrategia y esas fórmulas las uso en mis exámenes estandarizados”, explica el joven poco antes de partir a otro campeonato nacional en San Diego.