6 plantas curativas que puedes cultivar en casa
Cultivar hierbas con propiedades medicinales para su uso y aplicación, las convierte en aliadas de nuestra salud
Los remedios caseros a base de hierbas medicinales han sido comúnmente utilizados, desde tiempos remotos, haciéndolos parte de nuestra cultura y sociedad.
Además de los beneficios que tiene la siembra y de que las plantas sean parte de nuestro hogar, cultivar aquellas con propiedades medicinales para su uso y aplicación, las ha convertido en aliadas para beneficio de nuestra salud.
Con fines terapéuticos o medicinales -por sus propiedades químicas- pueden resultar antidiabéticas, antiinflamatorias, antioxidantes, antisépticas, estimulantes y relajantes, entre otros.
Tal vez hayas escuchado que la raíz de la planta Valeriana, preparada en forma de infusión, se usa como sedante del sistema nervioso central, o de que la Malagueta, cuyas hojas contienen gran cantidad de aceite esencial, es usada en la fabricación de alcoholado y se emplea en fricciones y como analgésico.
Así como estas, aquí te mostramos algunas que son de fácil siembra y de uso bastante común por sus características beneficiosas para la salud. Cultivadas en el patio o en tiestos, estas pueden usarse de manera individual y mezcladas.
Antes de ingerir cualquier hierba o materia vegetal, lo recomendable es que lo consultes con un médico o un experto en herbología o fitoterapeuta (aquel que utiliza remedios a base de plantas medicinales para el tratamiento de muchas clases de dolencias).
Prevención del cáncer
Ya sea de uso individual o mezcladas, estas plantas son de gran beneficio para prevenir el cáncer o para quieres estén pasando por alguna de las etapas de esta enfermedad. Asimismo, a modo individual, son fuente de muchos nutrientes y poderosas propiedades.
Anamú
Las propiedades de esta planta silvestre incluyen desde tratar el cáncer hasta ayudar al sistema inmune. Además, tiene propiedades antiinflamatorias. Es de uso común en el tratamiento de tumores y parásitos, además de infecciones de orina, incluyendo cistitis.
Llantén
Esta planta de fácil cultivo es recomendada para tratar la gripe y otros problemas respiratorios como el asma y la sinusitis. Purifica la sangre. Es expectorante y cicatrizante. Contiene una buena cantidad de antioxidantes, lo que ayuda a proteger y a prevenir los daños que causan los radicales libres.
Raíz de Regaliz
Las infusiones de raíz de regaliz son realmente útiles para tratar cólicos estomacales, diarreas y ayuda a mejorar los trastornos digestivos, como estreñimiento, digestiones lentas, acidez, gastritis y para las úlceras, debido a que tiene propiedades antiácidas. Tiene propiedades hepatoprotectoras.
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Cúrcuma
Se le han atribuido virtudes antiinflamatorias, antioxidantes, coleréticas, digestivas, carminativas, hepatoprotectoras, hipolipemiantes, desintoxicantes a nivel hepático, antiulcerosas y cardioprotectoras. Hígado, corazón, sistema digestivo, sistema inmunitario y la piel son los grandes beneficiados de los posibles tratamientos con cúrcuma.Actúa como un excelente antiinflamatorio estomacal e intestinal y como apoyo en el tratamiento de la pancreatitis y el colon irritable.
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Raíz de Diente de León
Su extracto acuoso de la raíz ha sido utilizado como agente desintoxicante en trastornos digestivos, para males hepáticos, contra la pérdida de apetito o en enfermedades crónicas de la piel. Aunque se ha examinado su relación en la muerte de células cancerosas, se continúan realizando estudios para determinar la validez científica de sus efectos.
Alfalfa
Ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre y los depósitos de placas en las paredes de las arterias. Se usa para las enfermedades renales, de la vejiga y de la próstata, y para aumentar el flujo de orina, entre otras.
Varias formas de preparación:
- Infusión: Consiste en añadir la materia vegetal (la necesaria para una tisana, por ejemplo), en agua llevada a ebullición. Se deja reposar varios minutos antes de filtrar y beber la mezcla todavía caliente.
- Decocción: Consiste en añadir la mezcla vegetal al agua fría y luego llevar la mezcla a ebullición el tiempo recomendado. Después se puede beber fría o caliente, en función de la decocción elegida, sin olvidarse, por supuesto, de filtrarla.
- Maceración: Consiste en dejar metida en agua fría la materia vegetal durante un tiempo, que puede representar varias horas.
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