Un muro de tolerancia se alza en El Bronx
Hatuey Ramos-Fermín instala obra comunitaria en Hostos Community College
El Bronx.- En 2006, grupos antiinmigrantes se unieron para enviar a congresistas en Washington más de 20,000 ladrillos con consignas en pro de la construcció n de un muro y otras medidas para reforzar la seguridad fronteriza.
Seis años después, en la plaza memorial del Hostos Community College (HCC) de El Bronx, 40 de esos bloques han sido transformados en un muro que simboliza la tolerancia y diálogo llamado “The Conversing Bricks”.
Su autor, el dominicano Hatuey Ramos-Fermín, lo concibió como un foro abierto para que “familias de inmigrantes expresen sus ideas sobre ciudadanía, inmigración y derechos humanos”.
Globalización y migración son temas constantes en la obra de este artista criado en Puerto Rico, quien recibió una subvención del Departamento de Asuntos Culturales de la Ciudad para acometer esta instalación.
Unos 273 ladrillos fueron traídos a la iglesia St. Jerome de El Bronx y allí permanecieron a la intemperie, cuenta el artista. Por eso muchos de los escritos se borraron.
Ramos-Fermín usó su experiencia como educador para que las personas de diferentes generaciones, nacionalidades y razas usaran su creatividad para intervenir los bloques.
“Nunca se sabe lo que otros harán y por eso me llevé muchas sorpresas”, explica sobre ciertas frases e imágenes conmovedoras que desde este 12 de mayo se podrán ver en la plaza universitaria.
“Uno de ellos es la imagen de un niño gritando a una pared con tanta fuerza, $si quisiera derrumbarla”, comenta el artista sorprendido por la pasión y la claridad del mensaje de quien hizo el dibujo.
The Conversing Bricks fue imaginada como una obra en constante transformación, que ciertamente reflejará la manera de pensar de la gente sobre estos temas y su evolución en el tiempo. Por eso, parte de la pared incluirá también ladrillos en blanco, en los que las personas podrán escribir en tiza sus mensajes.
“Voy a llevar un registro con fotos y videos de todos esos mensajes”, agrega Ramos-Fermín.
Para el autor no podría haber un mejor lugar para su obra que la plaza memorial. Este espacio es un lugar de encuentro para estudiantes y miembros de la comunidad, que honra la memoria de los 260 pasajeros que murieron en 2001 en el vuelo 587 de American Airlines, siniestrado en ruta hacia República Dominicana.