Lo que no debes hacer al comprar aceite de oliva virgen extra
Evita comprar grandes garrafas si no usarás todo el aceite en corto tiempo
Crédito: Mammiya | Pixabay
Existen varios tipos de aceite de oliva según sus propiedades y proceso de elaboración. El más valorado es el aceite de oliva virgen extra (AOVE), al cual es aconsejable dar un trato diferente que al aceite de oliva virgen (AOV), aceite de oliva y aceite de orujo de oliva.
El aceite de oliva virgen extra se extrae por métodos físicos a partir de aceitunas sin defectos, tiene un aroma afrutado y su acidez máxima es de 0,8 °C.
El AOVE es más apropiado para preparaciones en crudo como ensaladas o para terminar un plato, añadiendo a carne, verduras asadas u horneadas.
Con el aceite de oliva virgen extra debes tener los siguientes cuidados:
No compres garrafas
Es preferible comprarlo en envases pequeños si no ocuparás grandes cantidades en un corto periodo ya que el aceite de oliva virgen extra se estropea y pierde sus propiedades si permanece mucho tiempo abierto.
Directo del olivar señala que aceite de oliva virgen extra de la variedad arbequina, se puede conservar en condiciones óptimas aproximadamente un año.
No es necesario meter el aceite de oliva en la nevera para conservarlo durante más tiempo
Cierra bien la botella
Cierra bien la botella de aceite para evitar se absorba olores y procurar que no se quede demasiado vacío durante meses, ya que el contacto con el aire acelera su descomposición.
No es el indicado para freír
El punto de humeo del AOVE no es alto, es de 160°C, por lo que se quema antes que otros aceites como el aceite de oliva o “refinado”.
No debe exponerse a la luz
Guarde la botella o aceitera en un lugar oscuro y resguardado de los cambios de temperatura. Las botellas oscuras o recipientes de metal inoxidable pueden ser una opción.
No lo guarde cerca del calor
No lo tenga cerca del horno, la estufa o en gabinetes que reciban calor.
El aceite de oliva es la fuente principal de grasas en la Dieta Mediterránea, personas que viven en Italia, España y otros países en la región mediterránea la han seguido durante siglos. Su salud y longevidad han sido asociadas a su dieta.
Instituciones de salud reconocen que seguir la dieta mediterránea puede llevar a niveles de azúcar en sangre más estables, colesterol y triglicéridos más bajos y a un riesgo menor de desarrollar enfermedades cardíacas y otros problemas de salud.
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