NYC perdería hasta $6,000 millones al no recabar impuestos por el coronavirus
El contralor Stringer actualiza el pronóstico del impacto que tendrá la emergencia de salud en la economía de la Ciudad
Uno de los devastadores efectos económicos que está provocando la emergencia de salud por el coronavirus en la Gran Manzana, es la incapacidad de recabar impuestos por varias actividades suspendidas y negocios clausurados, lo podría significar una pérdida de hasta $6,000 millones de dólares para la Ciudad, entre en los años fiscales 2020 y 2021, según lo pronosticó este lunes el contralor municipal Scott Stringer.
En un análisis actualizado sobre el impacto negativo de la pandemia del COVID-19 en la ciudad de Nueva York, el funcionario prevé que las pérdidas fiscales no serían menores de los $4,800 millones de dólares. El pasado 16, Stringer había pronosticado que el monto estaría por los $3,200 millones, ya que solo se enfocaba en algunos sectores clave como el turismo, incluyendo el entretenimiento, así como la prestación de servicios. Ahora, el nuevo pronóstico toma en cuenta una desaceleración más amplia en la economía en general, dada la rápida pérdida de empleos en muchos sectores y el cierre obligatorio de empresas promulgado en los últimos días.
“La pandemia ya está ejerciendo una enorme presión financiera sobre los trabajadores de nuestra ciudad, ya que millones de neoyorquinos se enfrentan a la incertidumbre de su próximo sueldo, pagar el alquiler y cuidar a sus familias. Al mismo tiempo, la desaceleración masiva de la economía en la Gran Manzana dará como resultado pérdidas sustanciales de los ingresos fiscales que mantienen a esta ciudad en funcionamiento”, indicó el Contralor.
Y ante este desalentador panorama económico, Stringer volvió a pedir a todos los departamentos y agencias municipales que ahorren los fondos con los que ya cuentan debido a que todos los presupuestos futuros se verán negativamente impactados por la caída en los impuestos.
“Nuestro Gobierno municipal debe actuar de inmediato para que, a pesar de esta crisis fiscal, podamos continuar brindando servicios vitales a nuestros neoyorquinos más vulnerables ante esta emergencia”, enfatizó Stringer, agregando que estamos ante una emergencia fiscal y “necesitamos que el Gobierno federal intensifique la inyección de la mayor cantidad de fondos posible en la economía de nuestra ciudad: nuestro sistema de atención médica, infraestructura, red de tránsito y mucho más dependen de ello”.
En sus nuevas proyecciones, el Contralor presentó dos escenarios tomando en cuenta la drástica caída de la actividad económica, particularmente en hoteles, restaurantes y el sector del entretenimiento, unido al aumento drástico del desempleo. El primer escenario, el más moderado, indica que si la emergencia de salud dura hasta mayo, y se restablece la actividad económica, las pérdidas serían de al menos $4,800 millones; pero, como segunda y peor posibilidad, proyecta que si la crisis dura hasta julio, y se registra una lenta recuperación de la normal actividad económica, el impacto sería de hasta $6,000 millones.