El ingrediente secreto que hace tan adictivas a las papas de McDonald’s
McDonald's nunca ha querido dejar de echarle este ingrediente a sus papas
Uno de los productos más populares de McDonald’s es, sin duda, las papas fritas. Y es que, al parecer, casi nadie puede concebir pedir una hamburguesa sin este complemento. Por eso, es normal que nos preguntemos, ¿por qué son tan solicitadas?
Las papas de la famosa cadena de hamburguesas se hacen de papas frescas naturales, las cuales lavan, pelan y cortan en una fábrica. Además de esto, la compañía también les agrega productos químicos para mantener su color amarillo característico, según se informó en Reader’s Digest.
Después, las papas cortadas se fríen durante menos de un minuto para después congelarse y enviarse a todas las sucursales de McDonald’s.
Una vez que están en los restaurantes, las tiras de papas se cocinan de nuevo en aceite, se les agrega sal y después se sirven al cliente.
Sin embargo, en todo este proceso, también se le agrega un ingrediente que les da ese sabor tan peculiar y que las distingue de las demás papas.
En 1950, la empresa que le vendía a McDonald’s el aceite vegetal no pudo adquirir la maquinaria necesaria para hidrogenar el aceite, proceso necesario para prolongar su vida útil. Por eso, el proveedor decidió darle en su lugar una mezcla de aceite y grasa de res, según se informó en Aol.
El sabor que le dio la grasa de la carne se convirtió en un elemento característico de las papas, por lo que decidieron seguirlo usando. Pero tuvieron que sacarlo durante la década de 1980, cuando los defensores de la salud criticaron la grasa saturada que la cadena le agregaba a sus alimentos.
Como McDonald’s quería mantener su sabor a carne, pero sin usar grasa de carne real, la empresa decidió empezar a agregarle un saborizante de res natural a su aceite vegetal para así poder seguirle dando a sus papas fritas este toque carnoso.
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