Estados Unidos está en recesión pero las ayudas de Washington siguen atascadas
El NBER declara con una rapidez inusual que la recesión empezó el mes de febrero
Es oficial, Estados Unidos entró en recesión en febrero, según el National Bureau of Economic Research (NBER) y el consenso de los economistas (The National Association for Business Economics, NABE) apunta a que este año de la pandemia del coronavirus la economía se contraiga un 6% antes de empezar a crecer en 2021.
Pero ni con todas las cifras y expectativas se rebaja de las alturas a unos índices bursátiles que ya cosechan ganancias con respecto a su valoración de hace un año. El Dow Jones y el S&P 500 están camino de alcanzar la valoración de febrero, cuando llegaron a máximos y el Nasdaq cerró el lunes en récord
Esta perspectiva optimista es en la que también se ha instalado el sector más conservador de Washington. El viernes se conoció que en mayo se habían recontratado a 2.5 millones de trabajadores en mayo, cuando se esperaba más destrucción de empleo algo que se mostró como un triunfo desde la Casa Blanca. En el Senado sigue sin haber prisa por poner en marcha un nuevo estímulo.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, no va a aprobar el paquete de ayudas Heroes Act, al que hace semanas dio la luz verde la cámara de Representantes con mayoría demócrata. Ese paquete de $3.5 billones ($3 trillion en inglés) de dólares puede quedarse en $1 billón, según ha afirmado McConnell repetidamente. Es posible que incluso con esos recortes, que eliminan la ampliación del suplemento de seguro de desempleo hasta finales de año.
Este suplemento, de $600, llega a su fin a finales de julio. La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) estimó la semana pasada que este estímulo es importante para mantener la demanda. Para evitar que los desempleados no vuelvan a trabajos que paguen menos que esta ayuda extraordinaria el CBO propone ajustarla pero no eliminarla.
Queda así en suspenso y por decidir la emisión de un segundo cheque a los contribuyentes, que a diferencia del primero llegue a familias inmigrantes.
La Casa Blanca ya ha estado mostrando poca prisa por la aprobación de otro estímulo y desde la cuenta de Twitter del presidente así como los comentarios de sus asesores, se deduce que la atención se fija en la creación de empleo en mayo y no en el hecho de que junto con abril es la mayor tasa de desempleo desde la Gran Depresión y que posiblemente es mayor que el 13.3% si se hubiera clasificado mejor a los desempleados temporalmente y no de la forma errada que se hizo.
De hecho es el desempleo uno de los motivos por los que el NBER ha decretado oficialmente la tercera recesión del siglo XXI (2001-2002 y 2008-2009 fueron las otras dos). El NBER es la organización que da a conocer y analiza las fases de los ciclos económicos en el país y normalmente da su veredicto sobre el inicio de una recesión cuando esta toca a su fin o está a punto de ello.
En este caso apenas han bastado tres meses de fuerte impacto negativo para que los economistas del NBER no hayan tenido dudas.
Desde Oxford Economics se explica que es la vez que más prisa se ha dado este grupo desde 1980. La NBER explica que aunque normalmente la definición de recesión implica que hay una caída en la actividad económica que dura más que unos cuantos meses la magnitud de la contracción en la producción y el empleo justifican que se caracterice desde ya este momento como recesionario “incluso si es más corto que otras contracciones·.
El comité del NBER reconoce que la pandemia del coronavirus y la respuesta de salud pública han resultado en “una caída con características y dinámicas diferentes a las de anteriores recesiones”.
En febrero de 2020 se alcanzó el pico de la mayor expansión de la historia de los ciclos económicos.
Pero la inminencia del coronavirus acabó con 128 meses seguidos de crecimiento que siguieron a la Gran Recesión de 2008, el momento histórico más difícil para la economía del país y la mundial desde la Gran Depresión de los años treinta.
El informe de expectativas económicas de la NABE da por sentado que se ha dejado atrás lo peor de la crisis pero que aún así quedan trimestres difíciles por delante ya que la economía cerrará el año con con una fuerte contracción.
Con todo, se espera que el crecimiento empiece a llegar en el segundo semestre del año y en 2021 se acaben las cifras en negativo.
Desde Oxford Economics se observa que la mejora del mercado laboral plantea un problema para la Administración porque por un lado tiene que presentar la fortaleza de la recuperación mientras que quisiera un estímulo para llegar con fuerza a las elecciones.
Economistas y la Reserva Federal, afirman que se necesita más estímulo fiscal.