La pandemia amenaza el avance para conectar a jóvenes a estudios o trabajo
El mal momento del mercado labora y el desafío del aprendizaje on line son piedras en el camino
Los programas de trabajos de verano están en el alero. Quienes salen de la Universidad tendrán dificultades para orientar sus nacientes carreras y quienes llevan años desconectados de estudios y de trabajo lo tendrán aún peor.
Esta es una de las muchas crisis que deja la pandemia en EEUU. The Measure of América ha dado seguimiento a un problema, el de la desconexión de la juventud para explicar que los avances que se han hecho en la década tras la Gran Recesión pueden desaparecer por el coronavirus.
“La pandemia cambiará drásticamente las tasas de desconexión de jóvenes [de 16 a 24 años que ni estudian ni trabajan], posiblemente acabando con una década de progreso”, explica esta organización en un informe que se publica el miércoles y que hace hincapié en el hecho de que estas personas desconectadas suelen venir de comunidades de color de bajos ingresos que debido a “siglos de racismo estructural son vulnerables de una forma única al COVID-19”.
Kristen Lewis, directora de Measure of America, explicaba que durante años tras la Gran Recesión de 2008-2009 se ha rebajado el número de desconectados de seis millones a 4,35 millones. “Entonces uno de cada siete jóvenes no trabajaba ni estaba en la escuela o universidad. Se avanzó hasta llegar a uno de cada nueve en 2018 y ahora se podría pasar a uno de cada cuatro en 2020”
Para Rebecca Gluskin, subdirectora y jefa de estadísticas de esta organización, la situación económica y “los problemas con el sistema educativo son claves en este posible retroceso”. “Las personas de bajos ingresos con problemas de conexión a internet, con hogares en los que es complicado estudiar o que no tienen la guía para hacerlo, pueden ver deteriorados los vínculos con la educación y el mercado laboral”
Gluksin argumenta que se está lidiando con un mercado laboral y una enseñanza remota que es un desafío “como no lo habíamos visto antes” y que va a perdurar incluso aunque haya una recuperación económica. “Si se está tenuamente ligado a la escuela y las cosas que te mantienen en ellas son las relaciones de apoyo, esto se pierde mirando a una computadora”.
Esto es un retroceso para todos, según Lewis, porque aunque el avance del PIB es bueno para entender la realidad económica los otros indicadores que seguimos, como este de la conexión laboral y educativa, son los que nos indican realmente el bienestar de la población y nos ayuda a entender las desigualdades.
La conexión de estos jóvenes habla de sus oportunidades. “Uno gana credenciales con la conexión, se puede entrar en un camino laboral pero los desconectados se pierden y terminan con bajos salarios, peor estabilidad, más problemas con la justicia, etcétera. Y eso es algo que perdemos toda la sociedad”, dice Lewis.
Esta directiva llama a una mayor asistencia financiera, mejor entrenamiento en línea y servicios mentales para superar esta época de aislamiento y dolor. “Tiene que acabarse esta racismo estructural para que la gente tenga oportunidades”. Gluskin apunta en ese sentido que es importante que los jóvenes se hagan oír y voten.
Latinos más conectados
Uno de los grupos que más ha aumentado su conexión hasta 2018 es el de los jóvenes latinos. Del 16.7% en 2008 se ha pasado al 13,2% una década después en la que las cifras siguen siendo más elevadas para negros y nativos americanos.
La clave ha sido la integración de las mujeres en el mercado laboral, algo que ahora está comprometido.
Por zonas geográficas el vecindario donde más latinos desconectados hay es en el Distrito 1 de Massachusetts, seguido del 15 en El Bronx (Nueva York). El condado de Orange en California, tiene la tasa más baja de desconexión.