“Mezclar diferentes tragos te emborracha más rápido”: 6 mitos sobre el alcohol

Tu cuerpo elimina un trago por hora aproximadamente

Tequila

Foto: Shutterstock Crédito: Shutterstock

“Denle una taza con café para que se le baje la borrachera”, “sin popote porque se sube más rápido”, son algunas de las afirmaciones erróneas que probablemente has escuchado. Es importante que saber qué es falso y qué es verdad para así poder disfrutar de tus bebidas en un consumo responsable, seguro para ti y los demás.

1.Tomar café ayuda a bajar la borrachera

Ni el café o las bebidas energéticas bajan la borrachera, explica la Fundación de Investigaciones Sociales A.C. (FISAC).

El alcohol consumido ha pasado a la sangre y sólo el tiempo permitirá que tu cuerpo pueda eliminarlo; esto ocurre a un ritmo de un trago por hora aproximadamente.

Si has notado una “aparente” mejoría en el estado de la persona con embriaguez es porque el café o las bebidas energéticas contienen estimulantes que te pueden dar una sensación de alerta, pero no restauran los sentidos que ya fueron afectados por el consumo de alcohol, ni evitarán la resaca del día siguiente.

Precaución. Combinar alcohol con estas bebidas estimulantes puede producir arritmias o aumentar el riesgo de intoxicaciones agudas.

2. Mezclar diferentes tragos te emborracha más rápido

Si cruzas bebidas, por ejemplo fermentados (cerveza, vino, pulque) con destilados (ron, whisky, mezcal, tequila, brandy, etc.) no tiene impacto en la velocidad e intensidad de tus borracheras.

Lo que importa es la cantidad de alcohol que sumas a tu cuerpo y la rapidez con la que los consumes. Cuando mezclas bebidas tiendes a ingresar de golpe más alcohol al organismo.

Probablemente tardas más en beber una cerveza que en tomar un caballito. No es lo mismo beber tres caballitos de tequila en media hora, que tomarse uno cada hora.

Por eso si alguien bebe a una velocidad de un trago por hora, es más probable que no se emborrache, porque lo procesa con la velocidad que lo bebe.

3. Tomar alcohol con popote hace que se te suba más

El popote no hace que te emborraches más rápido. Lo que afecta es la velocidad con la que ingieres el alcohol, cuanto más rápido, mayor posibilidad de consumo excesivo y los efectos mayores en tu cuerpo.

4. El alcohol te pone contento

El alcohol es depresor de las funciones del cerebro, es decir, reduce su actividad. Ese es el motivo por el que el alcohol tiene un efecto relajante al inicio, y al consumir una mayor cantidad, genera lentitud al hablar, fallas en la memoria o falta de coordinación.

El alcohol no te pone “feliz”, aumenta la intensidad de las emociones. Si tu estado de ánimo se encuentra alterado negativamente, te sentirás peor y lo mejor sería no beber.

Investigaciones señalan que las personas con trastorno por consumo de alcohol tienen un mayor riesgo de trastornos depresivos.

5. El que sabe tomar, aguanta más

El que “aguanta” depende de su tolerancia no es sinónimo de saber beber, sino de que bebe en exceso de forma frecuente. Las personas que saben beber y degustan sus bebidas con moderación no generan una tolerancia muy elevada.

6. Si bebo poco, puedo manejar sin riesgo

Falso. Aún en pequeñas cantidades (desde la segunda copa), el alcohol produce alteraciones en el Sistema Nervioso Central que afectan la capacidad de respuesta de los reflejos y la percepción del tiempo-espacio. Estas alteraciones son mayores en jóvenes, en quienes la precepción de riesgo disminuye notablemente.

Recomendación

Las pautas federales de Estados Unidos recomiendan que si bebe alcohol, lo haga con moderación. Eso significa no más de una o dos bebidas por día para hombres y una bebida por día para mujeres. Una bebida es 12 onzas de cerveza, 5 onzas de vino y 1.5 onzas de licores destilados (40 % alcohol).

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