Reporte advierte sobre escuelas ‘fantasma’
Legisladores piden aumento de multas y menos burocracia
WASHINGTON, D. C.- Un reporte de la Oficina de Supervisión del Congreso (GAO) divulgado ayer señala que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) no ha implementado prácticas de prevención de fraude para verificar la elegibilidad de escuelas que ayudan a tramitar las visas de estudiante.
Se les llama escuelas “fantasma” y son aquellas instituciones que en su fachada parecen ofrecer clases de inglés, religión o estudios de vuelo, pero que en realidad no cumplen parcial o totalmente con las exigencias establecidas por el gobierno.
Estas instituciones permiten el acceso a visas F y M para extranjeros que quieren venir a Estados Unidos. Actualmente más de 850 mil estudiantes están inscritos en programas en 10 mil escuelas a lo largo del país.
En 2004, el Departamento de Seguridad Nacional debió completar una auditoría para todos los centros educativos bajo esta categoría. Hasta ahora, sólo se ha vuelto a certificar a un 19% de las escuelas.
“No estamos contentos con la forma en que ICE ha manejado esto. Es realmente frustrante y un peligro para nuestra seguridad”, dijo el presidente del subcomité de inmigración en el Senado, Charles Schumer (D-NY).
Es así como algunos casos -entre ellos el de Tri-Valley University en Pleasanton, California-, no han pasado inadvertidos. Aquí, cerca de mil 500 estudiantes obtuvieron visas a pesar de que la escuela no estaba acreditada y no cumplió con los requisitos básicos que exige la ley.
Un caso más preocupante es el de las escuelas de vuelo debido a que en 2001, los autores materiales del 11-S entraron al país por esta vía.
Según el informe de GAO, el 38% de las 434 escuelas de vuelo que proveen visas de estudiante no están acreditadas por la Administración Federal de Aviación.
“Esto es lo mismo que antes del 11-S. Las instituciones que no están acreditadas no deben ser capaces de traer a estudiantes. Al final, esto se trata de ganar dinero. Pero el problema afecta nuestra seguridad nacional”, dijo la senadora Dianne Feinstein (D-CA).
“Ha llegado el momento de ponerse rudos e incrementar las penas para los que abusan del sistema”, agregó.
Schumer está liderando un proyecto de ley que promete poner fin a este tema, el que hasta ahora parece contar con el apoyo de importantes republicanos, como el conservador de más alto rango del subcomité de inmigración Chuck Grassley (R-IA).
En momentos en que hablar de inmigración en el Congreso, parece un suicidio político y una pérdida de tiempo, demócratas tienen la esperanza de que esta medida sea el puente de conversación entre republicanos y demócratas para retomar el diálogo migratorio y comenzar a reconstruir una relación, que hasta ahora, ha estado congelada en el reloj del Capitolio.
De hecho, fuentes en el Senado aspiran a utilizar esta legislación como una plataforma que aglutine diversos proyectos de ley asociados con las visas STEM, propiciados por demócratas y republicanos. Esto además de algún tipo de beneficio para la población indocumentada.
Sin embargo, líderes de organizaciones proinmigrantes se muestran cautelosos de posibles avances y califican los esfuerzos más como una medida política que pragmática.