Los países que perderían al 50 por ciento de su población en los próximos años debido a una caída demográfica mundial inesperada
Los anticonceptivos y el incremento de la educación de las mujeres son factores que influirán en el descenso de la población
La estadística más reciente del Banco Mundial señala que actualmente casi 7,600 millones de personas compartimos este mundo. En general, la tendencia de crecimiento demográfico ha ido al alza desde hace muchas décadas; por ejemplo, en 1950 había unas 2,600 millones de personas en el mundo según Naciones Unidas. Pero los científicos han observado que esa tendencia se revertirá en los próximos años.
De hecho, algunos países perderían al 50 por ciento de su población en los próximos años debido a una caída demográfica mundial inesperada.
Una investigación del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington adelanta que en 40 años la población mundial alcanzará un máximo de 9,700 millones de personas, pero disminuirá gradualmente para situarse en los 8,800 millones para el año 2100.
Las implicaciones de este descenso que desafiará las tendencias poblacionales históricas son muchas, desde dificultades para mantener a las economías activas hasta cambios geopolíticos y medioambientales. Por ejemplo, para 2035, en apenas 14 años, los expertos adelantan que China se convertirá en la economía más grande del mundo, pero después de 2050 su crecimiento poblacional disminuirá hasta llegar a un 51 por ciento menos.
La investigación publicada en The Lancet vaticina que algunos países perderían hasta la mitad de su población actual en los próximos 80 años, particularmente España, Italia, Portugal, Japón y Corea del Sur, lo que implicaría retos importantes en sus economías, como una reducción de la población activa y un incremento en su sistema de pensiones.
“Nuestros hallazgos sugieren que las tendencias continuas en el nivel educativo femenino y el acceso a la anticoncepción acelerarán la disminución de la fertilidad y el lento crecimiento de la población”, escriben los autores.
¿Por qué no conviene tanto reducir la población?
Aunque una disminución en la población mundial podría tener “implicaciones positivas para el medio ambiente, el cambio climático y la producción de alimentos”, los efectos en la economía pueden ser “negativos para la fuerza laboral, el crecimiento económico y los sistemas de apoyo social en las partes del mundo con las mayores disminuciones de la fecundidad”.
Los expertos del IHME aseguran que la reducción de la población implica “riesgos económicos, fiscales y geopolíticos” que algunas naciones ya están adelantando. Por ejemplo, “el poder geopolítico también está vinculado al poderío militar y, al menos por ahora, los ejércitos requieren individuos para servir en ellos”, escriben.
De manera paralela, los investigadores sugieren que los países con tasas de fertilidad más bajas tienen cuatro opciones: “crear un entorno propicio para que las mujeres tengan hijos y sigan sus carreras; restringir el acceso a los servicios de salud reproductiva; aumentar la participación en la fuerza laboral, especialmente en las edades más avanzadas; y promover la inmigración”.
Es por ello que si naciones como Canadá, Australia y Estados Unidos logran mantener “su población en edad de trabajar a largo plazo a través de la migración, les iría bien”.
“Las opciones de política para adaptarse a la baja fecundidad continua, mientras se mantiene y se mejora la salud reproductiva femenina, serán cruciales en los años venideros”, finalizan los autores de la investigación financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates.