¿Bajar de peso funciona como método para dejar de roncar?

¿Existe algo más molesto que roncar? Es un hecho que tanto las personas que lo padecen como sus parejas, sufren por igual. Es por ello que se trata de un tema muy popular, del cual constantemente se buscan posibles soluciones. Si bien existen todo tipo de tratamientos y técnicas, los especialistas coinciden en que el primer paso es realizar algunos cambios en el estilo de vida. Y por supuesto que bajar de peso es la recomendación primordial. De hecho se cuenta con diversos estudios, en los que se comprueban cómo perder peso es parte fundamental del tratamiento.

Roncar es el sonido que se produce cuando la respiración se bloquea mientras dormimos. Dicho sonido es causado por tejidos en la parte superior de las vías respiratorias que se golpean entre sí y vibran. El ronquido es un padecimiento muy común, especialmente en adultos mayores y personas con sobrepeso. Cuando es severo, suele derivarse en trastornos del sueño y algunos problemas con nuestro compañero de cama. Finalmente es bien sabido que la forma en la que pasamos las horas de vigilia afecta el estado de salud y con ello los objetivos de pérdida de peso. Sin embargo se ha comprobado que es igual de importante la calidad en las horas de sueño y roncar es uno de los principales enemigos del buen descanso.

Según información liberada por la Fundación del Sueño, se estima que los ronquidos afectan al 57% de los hombres y al 40% de las mujeres en los Estados Unidos. Incluso ocurre hasta en un 27% de los niños. Estás estadísticas comprueban que se trata de una condición bastante recurrente en la sociedad, de la cual su gravedad e implicaciones en la salud suelen variar. Los ronquidos pueden ser leves, ocasionales y despreocupados, o pueden ser el signo de un trastorno respiratorio subyacente grave relacionado con el sueño. 

Teniendo en cuenta los datos liberados por la Asociación Británica de Apnea del Sueño y Ronquidos, la investigación muestra que los ronquidos afectan a 30 millones de personas en el mundo. Se trata de una condición que deteriora la calidad de vida y causa un déficit de sueño. De hecho se ha comprobado que el sobrepeso es un factor de riesgo para la apnea del sueño, un trastorno en el que, sin saberlo, dejamos de respirar esporádicamente durante la noche y que es una de las consecuencias más comunes de no resolver los ronquidos. 

¿Cómo beneficia la pérdida de peso los ronquidos?

Como se mencionó en un inicio realizar ajustes en el estilo de vida y peso corporal, es una de las principales medidas para combatir los ronquidos a largo plazo. Según un estudio realizado en 20 hombres obesos asintomáticos que roncaban mucho, una reducción significativa del padecimiento se asoció con una pérdida de peso promedio de solo 6.6 libras (lo equivalente a 2.993 kg). En aquellos que perdieron más peso, un promedio de 16.7 libras (7.574 kg) ¡Los ronquidos se eliminaron por completo! Cabe mencionar que cada persona es distinta y en algunos casos, pacientes que perdieron mucho peso continuaron roncando. 

De tal modo que podemos establecer que la mayoría de las personas que pierden peso, podrán reducir significativamente sus ronquidos y dormir mucho mejor. Sin lugar a dudas es una gran solución, que beneficia muchos otros aspectos de la salud y es por ello que muchas personas se preguntan ¿Cuánto peso debo perder? Si bien no existen fórmulas ni datos precisos, de manera general los especialistas han establecido que una pérdida de peso corporal del 10% es útil para la mayoría de las personas con sobrepeso u obesidad. 

Algunas recomendaciones complementarias que aseguran el éxito son:

• Ajustes en la dieta y reducción en las calorías totales. Apuesta por el consumo de abundantes alimentos integrales, como son las frutas, verduras, legumbres, semillas y frutos secos.
• Reduce el tamaño de las porciones. Contempla 5 comidas ligeras y nutritivas al día.
• Evita el consumo de alimentos procesados. Entre los que se destacan galletas, bollería, alimentos fritos, comidas rápidas y refrescos.
• Realizar actividad física. Se recomiendan como mínimo 30 minutos.
• Controla los niveles de estrés. Apuesta por realizar meditación y yoga, para un mejor manejo.
• Evita el consumo de alcohol.
• Deja de fumar. 

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