10 ideas fáciles para decorar tu recámara (fotos)
Si no cuentas con un gran presupuesto para cambiar la decoración o para pagar a un decorador de interiores, no importa: tu recámara puede lucir estupenda con unas ideas fáciles.
De vez en cuando cambiar los detalles de decoración que tienes en tu recámara puede darle un tono fresco y una sensación de novedad a este espacio de la casa que es tan importante.
Ante todo, tu recámara debe ser cómoda, tener colores que inspiren tranquilidad y estar en un espacio silencioso. Hay dos detalles muy importantes que debes, a toda costa, dejar fuera de tu recámara: los espejos y la televisión.
De acuerdo con el Feng Shui, los espejos favorecen la infidelidad en una relación de pareja, mientras la televisión perturba la atmósfera de calma y quietud que toda recámara debería tener.
Una vez que sabes esto, es tiempo de conocer algunas ideas prácticas para darle un toque diferente al espacio más íntimo de tu hogar.
Detalles como pinturas, fotografías, litografías, posters y demás, no tienen que ir siempre sobre la cabecera. Puedes colocarlos en un espacio simétrico en las paredes laterales.
Las almohadas sobre la cama son un asunto fundamental. Puedes utilizar piezas sobrias, sin estampados, cuyo color combine con el resto de los elementos: sábanas, tapetes, cortinascon otros divertidos, y colocar también un par con estampados divertidos. Atención: Las almohadas estampadas son sólo un detalle, no abuses de ellas.
Si quieres darle a tu recámara un toque realmente diferente, coloca unas cortinas donde no hay ventana, para cubrir una pared. Quedarán sumamente elegantes en sustitución de la cabecera.
No descuides este gran detalle de la decoración. Un taburete, un baúl, una mesita, un mueble que combine con el estilo de tu recámara no sólo dará a tu cama una sensación de extensión, sino que también resultará muy útil. Lo verás.
Prácticamente no lo tomamos en cuenta, pero en un ambiente donde, al acostarnos, la vista se queda fija sobre el techo, lo mejor será decorarlo con un detalle que te inspire en esas noches en que buscas conciliar el sueño mientras miras hacia arriba. Puedes contratar a alguien que te pinte un diseño exclusivo -si está en tus posibilidades- o conseguir algunas piezas de decoración autoadheribles e incluso, fluorescentes en la oscuridad.
De preferencia, naturales. Pueden estar en la mesita de luz, sobre tu cómoda, a un lado del espejo, incluso en un florero en el piso, en fin, donde más te gusten, pero que no falten. Prueba colores, tipos y combinaciones. Las flores son fáciles de conseguir, te dan muchas posibilidades de decoración y armonizan el ambiente.
Los tapetes no sólo protegen tus pies del frío: también brindan a la atmósfera una sensación de acogimiento y comodidad. Si puedes combinarlos con tu ropa de cama y tus cortinas, mejor; pero si no, busca un par que haga juego con toas las sábanas y cubrecamas que tengas en existencia.
Tener un ser vivo en tu recámara le dará al ambiente un toque de vida y oxígeno. Si tu recámara no es muy grande, piensa en una maceta pequeña, pero si tienes suficiente espacio, incluye un macetón (uno nadamás). No olvides regarla según sea necesario.
A menos que se trate de la recámara de los niños, te recomendamos dejar fuera los muñecos de peluche, muñecas y otros juguetes. Si realmente aprecias esa muñeca que fue herencia de tu tatarabuela para tu bisabuela, luego para tu abuela, para tu mamá y finalmente para ti, búscale un lugar fijo. No lo cambies cada vez que tiendas la cama.
No importa si tu recámara es pequeña o gigante, si tus muebles son carísimos, baratos, modernos o rústicos, algo que siempre debe ser tu recámara es organizada y ordenada. Recuerda que pasarás gran parte de tu vida, y muchos buenos momentos, en este espacio.