Editorial: Apoyo a los pequeños negocios
Actualmente existen más de 32.5 millones de pequeñas empresas en todo el país
Desde hace 21 años se instauró en todo el país que el día después del Viernes Negro sea dedicado a resaltar el empuje de los pequeños negocios en la economía.
Este sábado 27 en particular debería servirnos para dar la mano a un sector muy golpeado por la pandemia, que durante meses batalló para mantenerse a flote. Muchos lo lograron, desafortunadamente otros no, y hay otro tanto que ni con las ayudas federales, locales o estatales han podido aún operar al cien por ciento como lo hacían antes de la crisis.
La bodega de la esquina, el relojero, el zapatero, la tienda minorista, el restaurante típico, el kiosko de periódicos, el salón de belleza, la barbería, la botánica, etc., son comercios locales que forman parte del ADN de nuestros vecindarios.
Son generadores de empleo en el barrio donde estamos criando a nuestros hijos. Son los que dan vida al sector donde vivimos. Además que sus propietarios son por lo general pequeños empresarios de las minorías.
Como comunidad nos toca consumir lo local, recorramos nuestro barrio y surtámonos de los productos que nos ofrecen los pequeños negocios.
Según la Agencia Federal de Pequeños Negocios (SBA, por sus siglas en inglés), el año pasado el gasto proyectado total registrado entre los consumidores que compraron en tiendas minoristas independientes y restaurantes durante el sábado de la pequeña empresa alcanzó un estimado de 19.8 mil millones de dólares.
Actualmente existen más de 32.5 millones de pequeñas empresas en todo el país. Y cerca de la mitad de todos los trabajadores estadounidenses son empleados de una pequeña empresa o son propietarios de una pequeña empresa, y dos de tres de los nuevos empleos netos son creados por las pequeñas empresas.
A medida que vamos saliendo a flote de la pandemia y recobrando la normalidad, impulsemos este sábado y durante toda la temporada navideña la recuperación de nuestras pequeñas tiendas. Son negocios que sin el consumo local están destinados al fracaso. Cuando un local cierra, perdemos todos.
De su lado, los gobiernos locales también tienen una responsabilidad con estos pequeños empresarios. Se necesitan más programas para facilitar préstamos y ayudas no reembolsables.
A nivel federal aún hay fondos disponibles para determinados negocios pero muchas veces el engorroso trámite burocrático desanima al pequeño empresario a acceder a las ayudas. Se necesitan campañas agresivas no solo de información sino de asesoría gratuita para solicitar los recursos. ¡Salvemos a los pequeños negocios!