Joven de 20 años dona células madre a anciano desconocido que padece leucemia

Mick Chivers es un estudiante de medicina de 20 años, el cual en 2021 se registró como donante de células madre en un banco de sangre de Rhode Island, y jamás se imaginó que le daría una segunda oportunidad de vida a un anciano que ni siquiera conoce

Donación sangre

Menos de 24 horas después de que le insertaran un tubo en el corazón, el joven donante volvió a trabajar en una escultura para la escuela de arte. Crédito: Karolina Grabowska | Pexels

Gran historia de solidaridad es la que nos ha regalado un joven de 20 años, estudiante de la Universidad de Brown, llamado Mick Chivers, quien decidió donar sus células madre a un completo desconocido con tal de que este pudiera salvar su vida, aunque el camino estuvo lleno de tropiezos.

Mick, quien estudia medicina, se registró en un banco de sangre de Rhode Island como donante de células madre en la primavera de 2021 y casi un año después, recibió la noticia de que un paciente era compatible con él.

Así que de inmediato, el joven se trasladó al banco de sangre para que los expertos le extrajeran la muestra, cosa que no fue sencilla, ya que trataron durante 13 veces colocar la intravenosa en su brazo derecho, pero sin éxito.

Después de tantos intentos, la mayoría de la gente pensaría en cancelar todo ya que se trataba de una donación anónima para alguien a quien tal vez nunca conocería en persona.

Sin embargo, había otra opción: colocar un pequeño tuvo cerca de la entrada de su corazón insertándolo a través de la vena en su pecho o cuello para obtener la muestra. El único inconveniente es que no había ninguna instalación cercana en el área para llevar a cabo este procedimiento llamado “línea central”.

Y cuando todo parecía que no podría concretarse la donación, apareció una tercera alternativa: hacer un cultivo de médula ósea, un proceso quirúrgico que es mucho más invasivo que los otros 2 y que provoca que el donante necesite pasar por un largo proceso de recuperación.

Para ello, la muestra de la médula ósea debe ser extraída de la pelvis, algo que en un principio, asustó a Chivers; sin embargo, nunca se desanimó y continuó con su plan original, sobre todo al enterarse que el receptor sería un anciano que sufría leucemia.

Justamente, para tratar dicha enfermedad, un tratamiento que se lleva a cabo es el trasplante de células madre, debido a que estas son el modelo base con el que virtualmente se compone cada una de las células que conforman el cuerpo humano. Es por ello que estas tienen una alta demanda.

Eso fue lo que motivió a Chivers a registrarse en el Programa Nacional de Donantes de Médula, mejor conocido como “Be the Match”, el cual conecta a sus participantes con organizaciones sin fines de lucro abocadas a esta causa y, a su vez, con doctores y sus potenciales donantes.

Si bien la primera opción de los pacientes que requieren células madre es buscar si hay compatibilidad entre sus familiares, especialmente si son de primer grado de consanguinidad como un hermano o una hermana. Dado que los hijos heredan la mitad de los genes de sus padres, estos solo son compatibles en un 50%. Y hallar una coincidencia con un pariente solo ocurre el 30% de las veces.

El otro 70% de los pacientes confía en que alguien de buen corazón se convierta en su donador, quienes ofrecen su cuerpo y tiempo voluntariamente con la esperanza de salvar a alguien que tal vez nunca conocerán.

Por tal motivo, Be the Match incentiva a jóvenes entre las edades de 18 a 35 años que donen células madre ya que son más propensos a terminar en trasplantes exitosos. Además, existe una necesidad especial de que las personas no caucásicas donen: una compatibilidad exitosa de células madre generalmente proviene de un donante con el mismo origen étnico.

Además, Chivers tenía otra motivación para llevar a cabo este proceso y es que justamente, uno de sus tíos, llamado Jason Keating, falleció de cáncer cuando tenía tan solo 13 años. Así que, el joven quería donar células madre en memoria de su tío para que las familias de los pacientes no vivan con el trauma que experimentó tanto su madre como el resto de su familia por haber perdido a un ser querido a causa de esta enfermedad.

Después de asegurarles que iba a hacer todo lo que estaba a su alcance para salvar la vida del anciano, Chivers pidió a cambio a Be the Match que hagan todo lo que pudieran para buscar una instalación para que se lleve a cabo la línea central. Si sus esfuerzos no tenían éxito, entonces él iba a aceptar pasar por el cultivo de médula ósea, que implica remover hasta dos cuartos de médula ósea introduciendo una aguja en cada uno de los huesos de la cadera dos o tres veces mientras el paciente se encuentra bajo anestesia general.

Por un azar del destino, el cultivo de médula ósea no fue necesario ya que el pasado 13 de abril recibió un mensaje de texto de Be the Match informándole que había conseguido una línea central para la mañana del día siguiente en Providence.

El procedimiento se completó en un par de horas y de inmediato, un mensajero llevó la muestra de células madre al aeropuerto para así enviarlas a su destino y la transfusión fue programada para el día siguiente.

Si bien se desconoce la identidad de dicha persona debido a los principios de confidencialidad por los que se rige la medicina, el joven sabe que su buena acción le permitirá a este anciano seguir disfrutando de la vida y el precio que tuvo que pagar lo vale por completo.

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