Migración de rellenos faciales, ¿qué tan frecuente es?
El Dr. Brian Cotter, de Sisu Clinic, aclara las dudas sobre este efecto que puede ocurrir con las inyecciones en el rostro
Aunque en las redes sociales se hable de la migración de los rellenos faciales como algo que parece suceder con frecuencia, doctores y expertos en tratamientos cosméticos aseguran que no es el caso y que en realidad son pocas la personas que presentan problemas de este tipo al inyectarse ácido hialurónico.
La migración es un concepto en el que el relleno se inyecta en un área del rostro pero se traslada a otra, según explica el Dr. Brian Cotter, cofundador de Sisu Clinic (https://us.sisuclinic.com), una cadena de centros de medicina cosmética que ofrece una amplia gama de tratamientos de belleza avanzados, incluyendo rellenos dérmicos.
“Suele ocurrir más en los labios”, asegura el Dr. Cotter. “Si el paciente quiere aumentarlos de manera considerable, por ejemplo, y el especialista escoge un relleno de alta viscosidad que no es apropiado para esa zona, podría producirse la migración porque el producto no está diseñado para eso”.
Dentro de la familia de los rellenos faciales hay algunos que son más pesados o gruesos, que son los usados en la zona de la barbilla y la quijada, como Restylane, Juvederm o Voluma, según explica, y otros más ligeros.
“La diferencia principal entre los rellenos es su viscosidad, es decir cuan espeso o grueso son. En la parte central del rostro se usan de pesos medios, y en los labios se usa un relleno más ligero porque se busca que esa zona sea más flexible”.
El especialista apunta además que si las áreas a inyectarse se llenan más allá de su capacidad anatómica, entonces el relleno puede migrar más allá de su ubicación prevista.
“Los rellenos son como hornear un pastel, si llenas demasiado el envase y lo metes al horno, crece y se puede desbordar. Si inyectas demasiado relleno en un espacio pequeño, cuando se expande se puede mover a la parte más profunda del área, tratando de buscar espacio”, asegura.
Otro factor de riesgo, asegura el Dr. Cotter, es la técnica utilizada para inyectar.
“Si se inyecta en las comisuras, fuera de las líneas, el relleno puede moverse por encima de la línea de los labios, en lugar de quedarse en la parte rosada”, explica. “Si algo así pasa, puede cambiar la forma de la boca, de la sonrisa, porque los rellenos ocupan espacio”.
Cómo darse cuenta de la migración
Aunque no necesariamente se nota de inmediato, la persona puede determinar si ha habido migración con los cambios en su rostro.
Según el cocreador de Sisu Clinic, una sonrisa con bordes diferentes es una mala señal, e incluso muchas veces se puede sentir el producto con las manos y también si hay discrepancias o elevaciones en la zona.
“Luego de cada tratamiento hay que esperar que baje la hinchazón, por un período de 10 a 12 días, para que todo se establezca. Pero si se ven áreas diferentes fuera de la estructura o si se siente el relleno abultado hay que regresar al lugar donde se recibió la inyección para revisar”, aconseja.
Con la migración, el relleno puede causar presión en la zona, comprometer la circulación y crear hinchazón. Entonces, lo primero es identificar el problema y luego se puede inyectar un producto en la zona, llamado Hyaluronidase, para disolver el ácido hialurónico. También se pueden romper de manera mecánica con masajes.
Para evitar todo esto, aconseja el especialista, este como cualquier tipo de tratamiento debe realizarse con personas capacitadas y entrenadas en el área de la medicina.
“Barato y rostro son dos palabras que no deberían usarse juntas. Si algo cuesta $800 en todos lados, y lo ofrecen por $300 en otro, hay que preguntarse por qué, quién lo hará, esta esa persona preparada, qué productos usa, tienen seguros”, advierte. “Hay que informarse, leer, averiguar sobre quien aplica las inyecciones, hay que ir a un lugar reconocido”.
Sisu Clinic tiene dos oficinas en NYC, SoHo, NYC / 311 West Broadway y Flatiron District, NYC / 61 West 23rd, Suite A. Más información: https://us.sisuclinic.com/locations