Pete Rose, líder de hits de Grandes Ligas, muere a los 83 años
Pete Rose, una de las grandes leyendas del béisbol, fallece en su residencia de Las Vegas, según miembros de su familia
La leyenda de Cincinnati Reds y máximo hittero en la historia de las Grandes Ligas, Pete Rose, murió en horas de la mañana de este lunes a sus 83 años, según confirmó su agente Ryan Fiterman, de Fiterman Sports.
La noticia de la muerte de Rose fue señalada en primer momento por TMZ Sports gracias a Fiterman, que solicitó por pedido de la familia “privacidad para este momento”, y horas más tarde las autoridades del Condado Clark en Nevada, Las Vegas, lo oficializaron.
Apodado “Charlie Hustle”, fue uno de los más grandes peloteros que alguna vez pasaron los diamantes, logrando récords que hasta el día de hoy siguen vigentes.
Rose logró acumular una carrera como pocos, al acumular un promedio vitalicio de .303, participar en 17 All-Star Game, acumular tres títulos de bateo y otros tres anillos de campeón de la Serie Mundial.
Pero sin duda que lo que más recuerdan sus fanáticos son los récords que rompió durante su pasantía de 24 años en Las Mayores. Rose logró batear 4,256 hits para imponer la mayor cantidad de imparables que el béisbol haya visto.
De igual manera Rose lideró en los registros históricos de Apariciones en el Plato (15,890), Turnos al Bate (14,053) y encuentros disputados en las Grandes Ligas (3,562).
Pero a pesar de todo ello, nunca pudo integrar el Salón de la Fama del Béisbol gracias a la sanción de por vida que le impusieron las Grandes Ligas por haber apostado durante su etapa como mánager de Grandes Ligas.
Pete Rose se fue sin recibir el perdón de las Grandes Ligas
Una investigación por años a mediados de los años 80 se convirtió en la condena directa para Rose, que el 24 de agosto de 1989 fue suspendido indefinidamente de las Grandes Ligas al haberse demostrado que apostó ilegalmente en los encuentros de la liga, algo que está prohibido según los estatutos del béisbol.
Adicional a ello, Rose puso dinero en partidos donde estaba involucrado su propio equipo Cincinnati Reds, lo que aumentó la gravedad de la situación.
Esto derivó en que el power-hitter fuese considerado y perdiera su puesto más que asegurado en el Salón de la Fama del Béisbol.
“Cualquier jugador, árbitro, oficial de la liga o empleado, que haga apuestas de cualquier cantidad en un juego de béisbol en conexión con el que el apostador tenga un deber que cumplir, será declarado inelegible con carácter permanente”, cita la normativa de MLB.
La sanción también incluía que Rose no pisara ninguno de los parques asociados al sistema de las Grandes Ligas.
Desde que se conoció su castigo Rose intentó en todo momento conseguir el perdón de las Grandes Ligas, incluyendo un último intento en 2020.
“Escribo hoy por tres razones. Primero, porque a mi edad quiero estar 100% seguro de que entiendes cuánto quiero decir cuando digo que lo siento. Segundo, para pedir perdón. Y tercero, porque todavía pienso todos los días en lo que significaría ser considerado para el Salón de la Fama“, fue parte del texto que publicó en su momento para el Comisionado del béisbol, Rob Mafred.
A pesar de ello Manfred desestimó su solicitud una vez más considerando que Rose nunca se arrepintió de sus actos y en su lugar continuó con su gambling.
Sanción exagerada para Rose en comparación con otras situaciones
Teniendo en cuenta que el castigo de Rose perdura hasta la actualidad, otros casos en donde las Grandes Ligas ha tenido también de actuar quizás no fueron tan severos.
Prueba de ello es como MLB abordó otros temas como el escándalo de los esteroides en el denominado “Informe Mitchell”, que condenó a decenas de peloteros por el uso de sustancias prohibidas durante una época donde las Grandes Ligas se lucraron de la competencia de jonrones que protagonizaron peloteros como Barry Bonds, Sammy Sosa o Mark McGwire, ninguno de ellos considerados para ingresar al Salón de la Fama.
Otro ejemplo fue el escándalo que protagonizaron los Houston Astros en 2017, cuando lograron coronarse campeón a costa de robo de señas. ¿La sanción? Cinco millones de dólares a la institución, suspensión por un año al mánager y el gerente general del equipo, A.J. Hinch y Jeff Luhnow, respectivamente, mientras que todos los jugadores involucrados no recibieron condena alguna.
Todo esto ha llevado a que miles de fanáticos crean que el castigo a Rose fue exagerado y deba revertirse. Pero con la muerte del histórico jugador… ¿Ya para qué?
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