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Cuál es la mejor fecha para celebrar la boda de tus sueños, según la astrología

Los movimientos de los planetas pueden marcar movimientos decisivos en las relaciones para avanzar positivamente

Padrino desata polémica en boda

Hay momentos decisivos en la astrología para en matrimonio. Crédito: Pixabay

La influencia de los astros puede desempeñar un papel importante en los grandes acontecimientos de la vida, y las bodas no son la excepción. Cada fase lunar y movimiento planetario aporta una energía particular que, según los astrólogos, puede influir en el tono y desarrollo de un enlace matrimonial.

Expertos en astrología coinciden en que los movimientos de Júpiter y Saturno, símbolos del crecimiento y el compromiso, pueden marcar momentos decisivos en las relaciones. Estas influencias, aseguran, ayudan a comprender cuándo una pareja está preparada para avanzar, transformarse o consolidar su vínculo a través del matrimonio.

La astrología no busca determinar el destino de una relación, sino ofrecer una herramienta para armonizar energías y garantizar que el evento transcurra con fluidez. Por ello, muchos astrólogos recomiendan analizar las fases lunares y las posiciones planetarias antes de definir la fecha de una boda.

La fase lunar es clave

La fase lunar en la que se celebra una boda influye directamente en la atmósfera del acontecimiento. Los días previos a la luna nueva suelen asociarse con menor energía, por lo que una ceremonia en ese periodo tendrá un carácter más íntimo. En cambio, la luna llena aporta intensidad emocional, ideal para celebraciones sociales y festivas.

Los signos del zodiaco también determinan la energía del momento. Las estaciones de los signos de fuego —Aries, Leo y Sagitario— fomentan la acción y la sociabilidad, mientras que las de aire —Géminis, Libra y Acuario— favorecen los encuentros numerosos y el intercambio de ideas.

En contraste, las estaciones de los signos de agua —Cáncer, Escorpio y Piscis— son más emocionales e introspectivas, adecuadas para ceremonias pequeñas y cercanas. Los signos de tierra —Tauro, Virgo y Capricornio— aportan estabilidad y organización, características ideales para quienes buscan una planificación minuciosa sin dejar cabos sueltos.

Los retrógrados y su posible impacto

Otro factor relevante es la presencia de retrógrados planetarios. Durante un retrógrado de Mercurio pueden surgir demoras o fallas de comunicación, aspectos que conviene prever para evitar contratiempos logísticos. Un Mercurio retrógrado, señalan los astrólogos, puede generar retrasos en traslados, errores de coordinación o imprevistos en la comunicación entre proveedores.

Por su parte, Venus retrógrado —planeta del amor y las relaciones— puede propiciar reflexiones sobre vínculos pasados o tensiones no resueltas. En este contexto, celebrar una boda durante esta fase puede implicar la necesidad de cerrar ciclos previos antes de iniciar una nueva etapa emocional.

La posición de otros planetas también ofrece pistas útiles. Saturno representa el compromiso, la estructura y la durabilidad, aspectos esenciales para los matrimonios sólidos. Júpiter, en cambio, simboliza la expansión, la suerte y la alegría, por lo que su influencia se asocia con celebraciones optimistas y abundantes.

Según los astrólogos, combinar las energías de ambos planetas puede aportar equilibrio entre estabilidad y entusiasmo. Para ello, se recomienda elegir fechas en las que el Sol o la Luna estén alineados con Júpiter, o en las que Venus forme aspectos positivos con Saturno, fortaleciendo el vínculo emocional y el compromiso a largo plazo.

Más allá de las alineaciones y los ciclos lunares, los expertos coinciden en que ningún evento astrológico determina por completo el éxito de una relación. La astrología, explican, sirve como guía simbólica, no como regla infalible. En última instancia, los grandes momentos de la vida —incluido el amor— ocurren cuando deben suceder, bajo la luz que el universo disponga.

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