Promesa de las transferencias

Universidad

A California le ha llevado 50 años dar vida al principio fundamental de su Plan Maestro para la Educación Superior. Y si a Asamblea legislativa y la administración del gobernador Jerry Brown no toman medidas decisivas en este momento, es posible que perdamos la mejor oportunidad de estas cinco décadas de cumplir esa promesa.

Es un concepto simple y que muchos californianos asumen que ya existe, pero que ha estado ausente de una manera frustrante.

Los autores del plan maestro de 1960 asumieron que las transferencias serían una prioridad para nuestros centros universitarios de la comunidad en California y que habría un camino claro para los estudiantes de estos centros hacia los campus de la Universidad Estatal de California (CSU), donde podrían comenzar inmediatamente los cursos de divisiones superiores.

Lo que tenemos en cambio son cursos contradictorios, repetitivos y en constante transformación, además de otros requisitos que han frustrado y desanimado a los estudiantes. Es posible que los cursos que acepta un campus de CSU no sean aceptados por otro. Algunos campus de CSU exigen que los estudiantes graduados de los centros universitarios de la comunidad con un “associate degree” (título académico que se otorga tras dos años de estudio) tomen clases adicionales para ser admitidos como estudiantes de tercer año. Otros no. O depende de la carrera, y los requisitos de las carreras varían según el campus.

La carencia de un sistema uniforme ha creado barreras significativas para las transferencias, ha representado un gasto adicional tanto para los estudiantes como para el estado y ha llevado a una tasa de transferencia inaceptablemente baja de 23% en un plazo de seis años para los estudiantes que buscan un título, según un estudio de la Campaña para la Oportunidad Universitaria y el Instituto para las Políticas para la Educación Universitaria.

De todas maneras, ha habido un progreso considerable desde la adopción del proyecto de ley SB1440, la Ley de Reforma para el Éxito de las Transferencias Estudiantiles, o Ley STAR. El SB 1440 exigía que los centros universitarios de la comunidad y la CSU desarrollaran un “título de dos años para la transferencia” uniforme, que marcara un camino claro desde el centro universitario de la comunidad hacia el sistema de CSU con el que pudieran contar los estudiantes y sus familias.

Pero la promesa del SB 1440 y del Plan Maestro del estado se encuentra ahora en peligro. Muchos de los 112 centros universitarios de la comunidad apenas cumplen con los requisitos y ofrecen solo unos pocos títulos para la transferencia de sus estudiantes. Los estudiantes que se transfieren al sistema de CSU utilizando el nuevo camino tienen un acceso más restringido a las carreras y las especializaciones que los estudiantes de primer año de CSU. Además, muy pocos estudiantes conocen la existencia de este camino.

Sin una implementación sólida del proyecto de ley 1440 y un compromiso renovado de la misión del estado en las transferencias, la visión de un camino de trasferencia centrado en el estudiante nunca se hará realidad, y el estado de California continuará sufriendo.

El senador estatal Alex Padilla, demócrata de Los Ángeles, autor del SB1440, ahora propone una ley, el proyecto SB440, para asegurar que todos los centros universitarios de la comunidad ofrezcan la mayor cantidad posible de títulos para transferencias, que los estudiantes que se transfieran a CSU puedan tener acceso a las mismas carreras y especializaciones que los estudiantes de primer año, y que se comunique este camino a los estudiantes y a los padres en todo el estado.

El proyecto de ley 440 exige que los centros universitarios de la comunidad y CSU cumplan con puntos referencia claros para que se ofrezcan títulos para transferencias en todos los centros universitarios de la comunidad y que se acepten en todos los campus de CSU.

El proyecto de ley de Padilla exigirá que el sistema de CSU desarrolle un proceso de redireccionamiento de las admisiones, similar al que utilizó el sistema de la Universidad de California para los estudiantes que inicialmente no son aceptados en el campus de su preferencia. Sin un redireccionamiento, la garantía de admisión original para los estudiantes que fueron transferidos no se cumple.

El proyecto de ley utiliza un enfoque sensato para asegurar la intención de la ley anterior y del Plan Maestro de California. El SB 440 ya fue aprobado por el Senado con un fuerte apoyo bipartidario. Ahora se encuentra en manos de la Asamblea.

Si bien no hay oposición oficial en esta oportunidad, hay resistencia por parte de algunos que argumentan que por pretender demasiado, todo el plan fracasará y el progreso de las transferencias se verá paralizado. Otros creen que los dos sistemas universitarios deberían establecer sus propias normas de manera independiente para implementar la reforma de las transferencias.

Como una de las docenas de organizaciones que apoyan el proyecto SB440, nosotros rechazamos estos argumentos. Las metas son alcanzables, tal como lo demostró el progreso de los últimos tres años.

El proceso caótico de los estudiantes de centros universitarios de la comunidad que buscan una transferencia debe terminar y nuestros líderes estatales tienen la obligación de exigirles a nuestros centros de educación superior y universidades que resuelvan las transferencias y establezcan plazos claros.

Así como se exige que los estudiantes realicen sus tareas a tiempo, debemos exigir que nuestras universidades pongan en marcha los títulos que mejorarán significativamente las tasas de transferencia y prepararán a los estudiantes para el mercado laboral. Consideramos que el proyecto de ley 440 representa nuestra mejor oportunidad para corregir este sistema quebrantado. Para los estudiantes que luchan por recorrer el laberinto de las transferencias el momento es ahora, aún si nos llevó 50 años llegar hasta aquí.

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