Mexicanos recortan remesas
Los inmigrantes aquí, y sus familias allá, aún resienten la crisis económica
Juan Carranza emigró a Los Ángeles en 2007 para ganarse la vida como integrante de un grupo de música popular mexicana y así poder mantener a su esposa y dos hijos que se quedaron en Aguascalientes, México.
Cada semana solía mandarles 200 dólares para cubrir las necesidades básicas: alimentación, transporte y educación.
Sin embargo, un año y medio después de su llegada se dio cuenta que ya no le ajustaba. Se había topado con la recesión económica en Estados Unidos, por lo que el monto para su familia se redujo dramáticamente.
“Uno no deja de mandar, pero ya no es lo mismo, ahora lo que se pueda, a lo mucho unos 120 dólares”, comentó mientras abrazaba el acordeón con el que suele amenizar en restaurantes del Boyle Heights.
Lo que le pasó a Juan es un claro ejemplo de cómo los mexicanos han tenido que apretarse el cinturón, tanto aquí como en sus pueblos de origen, ya que datos del Banco de México confirman que de 2007 a 2012 los ingresos para el país azteca por concepto de remesas cayeron en 13.9%.
“Le digo a mi familia que tiene que recortarse poquito, porque uno también tiene que sobrevivir acá”, mencionó el músico de 34 años de edad.
El reporte del Banco de México indica que la caída en las remesas fue más marcada en estados que tienen mayor dependencia de ese dinero que mandan los migrantes, ya que algunos recibieron hasta 38% menos.
De 26,058 millones de dólares que se enviaron en 2007, el monto anual en 2012 bajó a 22,445 millones de dólares, precisa el Banco de México.
La caída es de 3,613 millones dólares, cantidad que dobla lo que reciben al año los estados por gasolina.
En 28 de las 32 entidades federativas de México ha habido una baja en las remesas, señala el informe, lo cual se atribuye a la crisis económica en EEUU.
El Estado de México y Veracruz son quienes más han visto esfumar el dinero que envían sus paisanos, ya que entre 2007 y 2012 dejaron de recibir, respectivamente, 603 millones y 600 millones de dólares.
En Michoacán, el estado que más dinero recibe de sus migrantes, en el 2012 captó 2,209 millones de dólares, 9.3% menos que cinco años atrás, lo que significa que se dejaron de gastar 226 millones de dólares.
Las remesas o envíos de dinero que hacen a sus familias en México los migrantes en Estados Unidos, han tenido un efecto favorable sobre el bienestar de las comunidades receptoras, ya que han permitido disminuir los niveles de pobreza, señala el Banco de México.
Mario Cárdenas, expresidente del Consejo de Federaciones Mexicanas e integrante de la Fraternidad Sinaloense de California, dijo que esa reducción monetaria afecta bastante para el sustento de las comunidades más pobres, lo que conlleva a plantear de manera consciente sobre las políticas públicas que deben aplicarse con los migrantes.
“Se debe estimular a los negocios latinos, para generar más empleos aquí, para darles herramientas a los migrantes, pero también una política pública en México que realmente genere empleos en nuestros pueblos”, mencionó.
Al verse reducidas las remesas, explicó Cárdenas, las condiciones de pobreza en México empeoran con más problemas de criminalidad, ya que los jóvenes al no encontrar oportunidades de empleo ven en el narcotráfico su mejor opción de vida.