El cierre de Gobierno atenta contra tu salud
Por la crisis presupuestaria en Washington se han suspendido programas de vacunación y supervisión de alimentos
Nueva York – Cuando entramos este jueves en el tercer día del cierre de Gobierno, muchos estadounidenses todavía piensan que solamente los empleados federales son los que sentirán los efectos negativos de la crisis. Pero la realidad es que todos los ciudadanos seremos afectados de una u otra manera, si el cierre se extiende.
Y los efectos negativos que esta situación puede tener en la salud de la población es una de las grandes preocupaciones. Por ejemplo, cuando estamos a punto de comenzar a sentir cómo las temperaturas se enfrían por la llegada del otoño y se da inició a la época de gripe, existe el temor de que las agencias federales encargadas de abastecer las vacunas contra la influenza no puedan proveer los suministros a los centros de salud en toda la nación.
Ya el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), indicó que debido al cierre de Gobierno no podrán lleva a cabo el “programa anual de lucha contra la influenza”. Esto significa que las vacunas contra la gripe no serán distribuidas a los dispensarios y farmacias donde se ofrecen de manera gratuita, provocando que los ciudadanos tengan que acudir a centros médicos privados para obtenerlas, lo que también significará un golpe al bolsillo.
Un memorándum del Departamento de Salud y Servicios Humanos, del cual depende el CDC, indicó a comienzos de esta semana que de extenderse el cierre de Gobierno no solamente estarían en peligro los programas de vacunación, sino también otros servicios que se ofrecen a centros de salud estatal y locales, con el fin de ayudar al control de enfermedades contagiosas que afectan a miles de estadounidenses cada año.
Los CDC también advirtieron sobre el peligro de que el cierre les impida estar listos las 24 horas del día en caso de que tengan que atender cualquier emergencia por el brote de alguna enfermedad.
Otra consecuencia directa que podría tener el cierre del Gobierno en la salud de la población, es la posibilidad de que alguien se enferme con algún alimento contaminado por la falta de supervisión de las autoridades federales de los productos que salen al mercado.
La Administración de Drogas y Alimentos (FDA), ya anunció que ha tenido que suspender la mayoría de sus programas de supervisión de seguridad alimentaria, lo que implica que muchos productos que son colocados en los estantes de los supermercados y bodegas no están recibiendo la inspección adecuada.
El peligro aquí está en que si un producto, como la carne por ejemplo, es contaminado con salmonella, los inspectores no tendrá la capacidad de dar el alerta, retirarla de los establecimientos y realizar las investigaciones pertinentes para determinar de dónde provino el foco de contaminación.
El FDA también ha tenido que cancelar las inspecciones rutinarias en almacenes expendedores de comida, así como a plantas procesadoras de alimentos, que incluyen a los fabricantes de productos que son de consumo infantil.
Pero no todos son malas noticias, el Departamento de Agricultura, del cual depende el FDA, indicó que si la crisis por el cierre de Gobierno se extiende más de una semana, pondrán en marcha un plan de emergencia para que algunos de los inspectores retornen a sus puestos de trabajo, y continúen monitoreando productos esenciales para el consumo masivo de la población, como las carnes pollos y los lácteos, así como fórmulas para bebés.