Beisbolista Yasiel Puig habla sobre su éxito
El novato cubano oxigena a los Dodgers e impacta las Grandes Ligas
Yasiel Puig llegó justo cuando los Dodgers necesitaban urgentemente una buena dosis de oxígeno.
La ahora sensación de la atribulada novena angelina tomó por asalto las Grandes Ligas el pasado 3 de junio, cuando los estelares Carl Crawford y Matt Kemp se debatían entre lesiones y decepcionantes desempeños.
El veteranísimo narrador Vinny Scully afirma que nunca en sus más de seis décadas al servicio de los Dodgers había visto a un novato escalar las Ligas Mayores en forma tan meteórica como lo hizo Puig.
Más de un analista beisbolero y la mayoría de scouts señalan que el jardinero cubano de apenas 22 años posee todas las herramientas para convertirse en un pelotero de tiempo completo y en una estrella con brillo para largo rato.
Algunos le han llamado la versión beisbolera de LeBron James (astro del Heat de Miami), otros la del siempre recordado boricua Roberto Clemente, una estrella eterna de los Piratas de Pittsburgh y de América Latina entera.
Solo basta echar un vistazo a este ahora temido artillero derecho cubano para entender el porqué trae de cabeza a los seguidores de los Dodgers en esta ciudad, y a un buen puñado de los amantes del beisbol en el resto del mundo.
Después de impresionar al alto mando de los Dodgers en los campos de entrenamiento de Arizona, este mozalbete, nacido en Cienfuegos el 7 de diciembre de 1990, destrozó a los lanzadores en nivel Doble “A”, y el gerente general Ned Colletti junto con el piloto Don Mattingly no quisieron esperar más y lo convocaron al equipo grande que aún sigue sumido en el sótano de la División Oeste de la Liga Nacional.
Puig abrió el primer juego de anoche contra los Filis de Filadelfia en el Dodger Stadium con promedio de bateo de .435, producto de 38 hits en 89 turnos.
Desde que hizo su debut, Puig encabeza las Ligas Mayores con sus 38 hits, y tiene en su haber 13 juegos bateando más de un hit.
Por si fuera poco, ha conectado al menos un imparable en 21 de sus 22 partidos en la Gran Carpa.
Los números que Yasiel Puig ha alcanzado hasta la fecha son sencillamente excepcionales:
En su segundo juego en las Mayores disparó un par de jonrones, sacó un doble e impulsó cinco carreras. Así se convirtió en el primer jugador de los Dodgers en descargar más de un vuelacercas en un solo partido en solo dos encuentros.
A tres días de su debut, Puig se transformó en el segundo pelotero de la era moderna de las Grandes Ligas al conectar un jonrón con las bases llenas el 6 de junio. Fue contra Cory Gearrin, de los Bravos de Atlanta. El primero en lograrlo fue Mike Jacobs en 2005.
Fue tan impactante su incursión en las Mayores, que fue nombrado el Jugador de la Semana en el período del 3 al 9 de junio.
“Solo trato de dar lo mejor de mí en cada juego. Todos los días aprendo con la ayuda de mis compañeros y de McGwire [Mark, instructor de bateo]”, dijo Puig, después de ayudar al triunfo de los Dodgers 3-1 sobre los Gigantes el pasado lunes.
“En cada turno de los juegos, Adrián González y McGwire me indican cómo está lanzando el pitcher y eso es una gran ayuda”, manifestó.
Mattingly ha reiterado que no puede garantizar que su novato sensación continúe ese ritmo endemoniado cuando los lanzadores hagan sus ajustes y detecten el lado débil.
“Tiene tanto talento que no se puede predecir lo que hará en cada partido, y tiene la capacidad de corregir a tiempo sus equivocaciones”, subrayó Mattingly, quien fuera uno de los mejores bateadores de su tiempo en las Ligas Mayores con los Yanquis.
“Me da un gran gusto verlo batear”, sostuvo.
Puig está consciente de que vendrán los días en los cuales las cosas no saldrán como se esperan.
“Bueno… en San Diego me fui de 0-4, pero no importa cuando el equipo gana. Esa es mi idea. Lo personal queda en segundo término”, agregó el ahora dueño del bosque derecho de los Dodgers.
En el aspecto defensivo, Puig ha demostrado su enorme capacidad con el apoyo de un brazo excepcional, cuyos tiros son tan precisos como un reloj suizo.
No obstante, en el séptimo inning del encuentro del pasado lunes, Puig no pudo capturar un elevado profundo de Buster Posey y la bola se escapó de su guante.
“¿Que qué me pasó? No vi la bola”, sostuvo luego de un silencio prolongado.
El hallazgo de Yasiel Puig fue obra de Mike Brito, quien lo vio por primera vez en un torneo amateur en Canadá, en 2009, cuando defendía los colores de Cuba.
En esa ocasión, Brito se limitó a hacer sus apuntes por razones obvias. Cuando el veterano scout cubano se dio cuenta de que Puig se encontraba en México, D.F., tras haber escapado de la llamada Perla de las Antillas, de inmediato le informó a su jefe, Logan White. Fue a mediados del año pasado.
Por recomendaciones de Brito, White insistió ante los directivos de los Dodgers para firmarlo cuanto antes, y fue quien propuso el contrato de 42 millones de dólares por siete años del cual hoy disfruta Puig.
Cabe apuntar que en su paso por tierras mexicanas, el portentoso pelotero cubano fue presa de los tacos y no ha podido liberarse de ellos.
“Me encantan los tacos. De carne asada, de pollo, de todo, Me encanta el guacamole. Siempre ordeno desde mi apartamento una buena cantidad”, reveló Puig con una amplia sonrisa.
“Voy a comerlos muy seguido con González y Cruz [Adrián y Luis ‘Cochito’]… Hoy [el lunes] bateé de 4-3, entonces voy a ordenar más tacos”, sostuvo Puig mientras gritaba a su paisano, el relevista zurdo, Paco Rodríguez, “Hay que llamar a ese lugar y pedir una buena cantidad para mañana [juego del martes]”.
Tras darse la firma de Puig surgieron comentarios de varios diarios de los Estados Unidos, uno de ellos publicó: “Para un equipo que ha sido símbolo de un gasto excesivo, los 42 millones otorgados a Puig podrían ser más de lo mismo, pero la realidad es que él se ve muy bien en la práctica de bateo (…) y sería el mejor dinero invertido por la franquicia en años”.
“Sabía que era un prospecto fuera de serie”, comentó Brito. “Pero la verdad es que ha dado más de lo esperado”.
De seguir haciendo añicos a los lanzadores, desplegando su impresionante velocidad y acumulando cifras, Puig podría ser llamado para participar en el próximo Juego de Estrellas a celebrarse el 16 de julio en el Citi Field de Nueva York.
El hecho de no haber estado en las Mayores al inicio de la temporada tiende a ser un impedimento, pero podría constituir un dilema para el piloto de la Liga Nacional, Bruce Bochy.
“Para ser honesto, me cuesta mucho convocar a alguien que ha estado aquí tres semanas”, dijo Bochy.
“Los números tendrían que ser tan enormes para que uno pueda decir: ‘¡OK!, lo consideraré’. Pero no podría eliminar a un pelotero que ha estado jugando todos los días. No podría mirar a ese jugador. No podría mirarme a mí mismo. Así que es por eso que estoy diciendo que eso es una realidad muy remota”.