Pepe Aguilar despide al Gibson con música mexicana
La familia Aguilar es la última en pisar el escenario para cantar el adiós al Anfiteatro Gibson con dos noches de música regional mexicana
En 1972 el recién inaugurado Universal Amphitheatre —como se llamaba entonces al Gibson—, abrió sus puertas con la música que dominaba el mercado de artistas como Frank Sinatra, Johnny Cash y Miles Davis. Cuarenta y un años después, la música mexicana de Pepe Aguilar le dice adiós a uno de los recintos más emblemáticos de Los Ángeles.
Pepe junto con sus hijos, Leonardo y Ángela, realizaron los dos últimos conciertos ofrecidos en el Gibson, el primer escenario de gran nivel donde la música latina tuvo su mayor esplendor en Los Ángeles.
Con los dos días de presentaciones, el emblemático lugar baja el telón antes de ser demolido.
Los Aguilar organizaron una despedida memorable. En la primera de las dos noches, Pepe interpretó una variedad de ritmos vestido de charro y con arreglos, en donde su potente voz fue lo más destacado.
Sus hijos, por su parte, aunque sólo tuvieron una breve participación, mostraron que la herencia de los abuelos, Antonio Aguilar y Flor Silvestre, sigue muy latente en ellos que son la tercera generación de artistas de esa dinastía.
Sus presentaciones nunca defraudan. El “grandote de Zacatecas” —como también lo llaman— de entrada complació primero a su público de Zacatecas, estado mexicano donde fue criado por sus padres —nació en Texas—, y acompañado del mariachi El Zacatecano entonó el tema que lleva el mismo nombre.
Desde el inicio, Aguilar fue enfático a través de sus interpretaciones, de que se trataba de un concierto diferente. Muy digno de despedir un lugar, que dijo, ha sido muy importante para los artistas latinos.
Durante las casi tres horas de concierto, el intérprete, compositor y productor tenía mucho que ofrecer y homenajear.
Como pocas veces en el escenario, Aguilar habló de política. Hizo mención de la gran influencia y el poder de los latinos en este país, pero también de manera contradictoria a esto, la lucha que están enfrentando los Dreamers para conseguir la legalización.
“Aunque esta noche no es [para hablar] de política sino de música, a todos nos incluye”, dijo con emoción. “Me siento orgulloso de ser latino y por la responsabilidad que tenemos, es una cosa muy bonita que nuestra realidad esté cambiando y que ahora seamos la minoría más grande”.
En varios momentos, entre un éxitos como Por una mujer bonita, Perdóname, Prometiste, manifiestó su tristeza por la clausura definitiva del Gibson y reconoció el trabajo de Emily Simonitsch, vicepresidenta de programación y talento de Live Nation Entertainment.
“Ella fue quien trajo a todas las grandes figuras del espectáculo”, dijo. “Me da mucha tristeza despedir este lugar y un mendigo coraje… [pero] no voy a venir ni una vez a esta méndiga atracción [The Wizarding World of Harry Potter]. Ni les voy a permitir a mis hijos que vean esas …ches películas”.
Pepe Aguilar no se quedó solo en los espontáneos discursos. Luego vino otro homenaje, al que ha dedicado su más reciente producción que en octubre saldrá a la venta, Vicente Fernández.
“A manera de un humilde homenaje de mis partes, a una de las mejores voces que México ha dado y a una persona que he admirado desde niño”, comentó.
Entonces se escucharon los acordes de Lástima que seas ajena y Hermoso cariño.
La participación de Omar Arreola, no puede pasar inadvertida. El ganador del El Rey del Mariachi, del concurso realizado por Aguilar, cantó un par de temas y complació gratamente a la audiencia.
Hay un tema con el que Aguilar se muestra casi siempre conmovido y esta noche no podía faltar. Es el momento en que rinde homenaje a su padre con el tema Albur de amor.
“Para alguien que amé, que sigo amando y que me hizo hombre, es la canción que en mi voz, siempre irá dedicada a una sola persona… a Don Antonio Aguilar”, dijo con fuerte voz.
Los minutos transcurrían y Miedo parecía el tema de despedida. Los zacatecanos, una gran mayoría en el público, parecían desconcertados.
“¡Pensaban que me había hecho gúey verdad!”, gritó el cantante al tiempo que la banda de viento (de tamborazo) entró al escenario para interpretar seis temas.
Pepe Aguilar dijo adiós al Gibson. Cerró con un musical que pocos hubieran imaginado hace dos décadas, el nivel que alcanzaría la música regional mexicana.
Vicente Fernández
Luis Miguel
Juan Gabriel
Los Tigres del Norte
Maná
Alejandro Fernández
Shakira
Ramón Ayala
Marco Antonio Solís
Celia Cruz
Rocío Durcal
Jenni Rivera