Sexo después de la menopausia: tips para mantener la pasión
Falta de deseo, excitación menos intensa, poca lubricación y, en ocasiones, dolores pélvicos son algunos de los problemas que se pueden presentar
Falta de deseo, excitación menos intensa, poca lubricación y, en ocasiones, dolores pélvicos son algunos de los problemas asociados a la actividad sexual cuando llega la menopausia, ya que los cambios hormonales generan alteraciones en la respuesta y comportamiento sexual de la mujer.
Adaptarse, entonces, es la clave para mantener la calidad e intensidad de su vida en pareja.
Si bien, el climaterio es una etapa en la que se producen grandes cambios hormonales, físicos, emocionales y hasta espirituales, no es sinónimo del fin de la juventud y del sexo. Más bien, es una oportunidad de redescubrir facetas del placer y la sexualidad. Al contrario de lo que se pueda pensar, muchos estudios clínicos afirman que las relaciones sexuales y la capacidad orgásmica de la mujer mejoran después de los 40 años.
De acuerdo con la investigación “Estudios del Envejecimiento“, de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, el 72% de las mujeres presentan una mejoría en su vida sexual después de la menopausia.
Dicho esto, a continuación unas claves para liberarse de los prejuicios y disfrutar del sexo en la edad madura.
La falta de producción de estrógenos puede ocasionar una notable resequedad en la vagina. El uso de un buen lubricante le ayudará a mantener relaciones más cómodas y sin molestias.
Está demostrado que tener relaciones sexuales con regularidad ayuda a mantener la elasticidad natural de la vagina.
La práctica es, aunque suene paradójico, la forma de garantizar encuentros en la cama cada vez más placenteros.
Quizás uno de los cambios más visible durante esta etapa biológica es la disminución de la libido.
Comuníquese con su compañero y recurran a juegos previos más prolongados, nuevas prácticas o posiciones, cambio de escenarios, juguetes o lencería sexy o cualquier otra estrategia que le ayude a reavivar el deseo. Eso sí, sin presiones y a su ritmo.
Los Ejercicios de Kegel son conocidos por ayudar a mantener la tonicidad de las paredes vaginales. Incorporarlos a su rutina puede hacer que la penetración sea menos dolorosa, y evita las disfunciones en el suelo pélvico y la atrofia de los tejidos.
Llevar un estilo de alimentación balanceado, realizar actividad física regular, evitar los vicios, compartir con amigos y realizar actividades enriquecedoras son elementos que redundan directamente en calidad de vida, mayor autoestima, un mejor ánimo y salud.
También, indirectamente, en la disminución de algunos malestares asociados con la menopausia y causantes de la pérdida del deseo sexual.