Se extiende la violencia en el oeste de Ucrania
Las protestas opositoras se intensifican, los manifestantes asaltan sedes gubernamentales y queman coches policiales
Kiev.- Las protestas antigubernamentales, que estallaron el martes en Kiev y que han causado al menos 25 muertos en las últimas 24 horas, se propagan al oeste de Ucrania, donde grupos de manifestantes asaltan sedes de administraciones locales y del Estado, y queman coches policiales.
Según la prensa local, miles de manifestantes asaltaron la madruada del miércoles un cuartel de las fuerzas de Interior en Lvov, considerada por muchos como cuna del “separatismo occidental” y el nacionalismo ucraniano.
Los activistas irrumpieron en el cuartel y lanzaron bombas Molotov prendiendo fuego a varias instalaciones en la zona.
Sin embargo, la policía logró calmar a los manifestantes para impedir que éstos se apoderarán de las armas de fuego almacenadas en la armería del cuartel.
El Comité del Maidán (como se conoce la protesta popular contra el presidente Víktor Yanukóvich) de la región de Lvov ha anunciado una movilización general de voluntarios para desplazarse a Kiev, donde los disturbios han cobrado fuerza y los heridos se cifran por centenares.
Según los medios locales, la oposición ha hecho llamamientos similares en otras ciudades occidentales como Odessa, Rovno, Ivano–Frankivsk y Úzhgorod.
Probablemente por esta razón las autoridades de la capital ucraniana, que el martes cerraron toda la red de metro, han restringido el acceso por carretera a la capital desde el oeste del país.
También resultó detenido un tren de pasajeros procedente de Lvov con destino a Kiev, inmovilizado por agentes de seguridad sin que se informara oficialmente de los motivos.
Miles de manifestantes enfurecidos asaltaron y quemaron la pasada madrugada varias administraciones del Estado, incluso la sede regional de los servicios secretos de Ucrania, donde ocuparon los despachos y sacaron muebles a la calle para construir barricadas.
Tiraron documentos por la ventana, además de quemar un microbús y volcar coches policiales frente al edificio, según testimonios de varios periodistas de medios locales que presenciaron los hechos.
Los asaltantes también quemaron una imagen del presidente Víktor Yanukóvich con exclamaciones de alegría y aplausos.
Una suerte parecida corrió la ciudad de Ternópol, donde la masa enfurecida incendió una comisaría de la policía, mientras que en la ciudad de Ivano-Frankivsk, los edificios de la Fiscalía y del Comité de Seguridad de Ucrania fueron ocupadas por activistas opositores.
En Rovno, los manifestantes se apoderaron de la base de las fuerzas antidisturbios “Berkut”, expulsaron del edificio a los agentes y bloquearon con barricadas el centro de la ciudad.
Según el portal comments.us, en Lutsk, una de las ciudades más antiguas de la región occidental de Volinia, los radicales asaltaron la sede del Partido Comunista de Ucrania y quemaron la oficina del oficialista Partido de las Regiones.
Alrededor de dos mil manifestantes se congregaron en la plaza central de Úzhgorod en señal de apoyo a los opositores de Kiev, que exigen la destitución de Yanukóvich y protestan contra la decisión de los oficialistas de suspender la asociación con la Unión Europea.
Centenares de activistas irrumpieron en la sede de la alcaldía de esa ciudad sin que los agentes de policía pusieran resistencia.
La violencia empezó el martes en el centro de Kiev, con decenas de heridos de bala en ambos bandos.
Se desató por la mañana durante la marcha de miles de manifestantes hacia la Rada Suprema (Parlamento ucraniano), justo después de que entrara en vigor la amnistía de todos los detenidos en las protestas de los últimos tres meses.
Los enfrentamientos empezaron cuando la policía intentó impedir el paso de una multitudinaria marcha opositora para demandar la restitución de la Constitución de 2004, que limitaría los poderes del presidente.