Anteojos para los alumnos
Imagine lo que ocurriría en si pudiéramos brindar a los 250,000 estudiantes californianos los anteojos que necesitan para tener éxito en los estudios y en la vida
California
¿Qué pasaría si un cuarto de millón de estudiantes en California se presentara a clases sin zapatos? Actuaríamos.
Nos aseguraríamos de que todos los estudiantes tuvieran las herramientas básicas necesarias para aprender y tener éxito en los estudios y en la vida.
O eso es lo que pensamos.
Pero que pasaría si en vez le dijéramos que esos mismos estudiantes no tienen la capacidad para ver las instrucciones de los maestros en el pizarrón o no pueden leer los libros de textos o las tareas domiciliarias.
¿También actuaríamos?
Todos los días, 250 mil estudiantes en comunidades de bajos ingresos de California —y hasta un millón y medio de estudiantes en todo el país— asisten a clases sin poder cubrir una necesidad básica: sus anteojos.
Como consecuencia de no usar sus anteojos, los estudiantes tienen dificultades en la escuela, reciben con frecuencia un diagnóstico incorrecto, como problemas de comportamiento y terminan abandonando los estudios en la adolescencia, lo que los lleva por el sendero equivocado.
Los estudiantes que no tienen los anteojos que necesitan quedan rezagados en los estudios y frenan el desarrollo de generaciones enteras de futuros líderes de California.
Debemos actuar.
Hace mucho tiempo que los encargados de elaborar políticas estuvieron de acuerdo en que estos estudiantes en desventaja deberían obtener anteojos, ya que Medicaid cubre una visita al oftalmólogo y anteojos.
El problema es el acceso físico: no hay médicos en la mayoría de las comunidades pobres, las reglas y los formularios son difíciles de comprender y la barrera lingüística y a veces las circunstancias de la familia plantean grandes obstáculos.
La organización Vision To Learn fue fundada para resolver este tipo de problemas y brindar anteojos directamente a los estudiantes que más lo necesitan.
Formamos un equipo de oftalmólogos muy comprometidos que recorren en clínicas oftalmológicas móviles a las escuelas públicas y parroquiales ubicadas en comunidades de bajos ingresos.
Nos aseguramos de que todo estudiante sea evaluado y ofrecemos exámenes oftalmológicos a aquellos alumnos que no obtienen un resultado normal en la evaluación.
Los estudiantes que necesitan anteojos pueden elegir sus propias armazones —algo que realmente les encanta— y poco después reciben los anteojos sin costo.
A la fecha hemos ayudado a más de 15 mil estudiantes en California. Pero hay muchos más estudiantes que necesitan ayuda.
Afortunadamente, el gobernador Brown ha manifestado su gran interés en este tema, afirmando recientemente: “Siempre busco volver a lo básico y no se me ocurre nada más básico que los niños puedan ver el pizarrón”.
El gobernador hace referencia a este tema en su presupuesto para el año 2014-15 al comprometerse a evaluar métodos para mejorar los beneficios asociados con la visión de los niños que se ofrecen a través del programa Medi-Cal.
Pero solo Medi-Cal no es capaz de resolver el problema.
Necesitamos un mayor compromiso por parte de la comunidad para garantizar que los 250 mil estudiantes en California que necesitan atención oftalmológica la reciban, al igual que los millones de estudiantes que se enfrentarán a esta situación en los próximos años.
Una maestra que fue testigo del cambio en sus estudiantes después de que comenzaron a ver con claridad, afirma: “…Un par de estudiantes muy tímidos comenzaron a participar más. En retrospectiva, ahora me doy cuenta de que tenían dudas sobre las palabras que veían y eso los hacía sentir inseguros”.
Pero una vez que empezaron a usar los anteojos, “…comenzaron a participar y a dejar su timidez”. En otras palabras, sus estudiantes tuvieron una transformación al poder ver adecuadamente.
Una de las lecciones más rotundas que la película Stand and Deliver nos enseñó hace más de dos décadas fue que todo estudiante, incluso aquel que padece una inmensa desventaja socioeconómica, es capaz de alcanzar el nivel de expectativas que los adultos tienen para él.
Con apoyo y aliento, los estudiantes pueden descubrir esas ganas, ese deseo interno que los motiva a aprender.
Más de 20 años después, este mensaje continúa siendo cierto.
Y también es cierto que si esperamos grandes cosas de nuestros estudiantes, es nuestra responsabilidad darles las herramientas necesarias para que puedan cumplir con estas expectativas.
Imagine lo que ocurriría en el Estado de California si pudiéramos brindar a los 250 mil estudiantes los anteojos que necesitan para tener éxito en los estudios y en la vida.
Tenemos la certeza de que esta ayuda no sólo transformará las vidas de esos estudiantes y sus familias, sino que también contribuirá a transformar el futuro de California.
Lo urgimos a actuar.
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Austin Beutner es fundador de Vision To Learn y Edward James Olmos es actor, director, productor y activista. http://www.visiontolearn.org.