Corte Suprema evaluará rezos en actividades de gobierno
El tribunal determinará si la Constitución avala que se realicen oraciones en los encuentros de organismos oficiales, tras una denuncia presentada en Nueva York
Washington – El Tribunal Supremo de EE.UU. aceptó hoy determinar si la Constitución avala que se realicen oraciones en los encuentros de organismos oficiales, a raíz de una denuncia presentada contra un ayuntamiento del estado de Nueva York.
Abrir las reuniones en instituciones públicas con rezos o citas de textos religiosos -normalmente cristianos- es algo habitual en todos los estratos de la administración estadounidense, aunque la Carta Magna especifica que el Congreso “no deberá legislar sobre el establecimiento de una religión”.
Fue eso lo que llevó al segundo circuito de la Corte de Apelaciones de EE.UU. a dar la razón a dos mujeres que denunciaron la práctica del ayuntamiento de Greece (Nueva York) de dar comienzo a las reuniones oficiales con oraciones cristianas pronunciadas por miembros del clero.
La decisión de la corte fue recurrida por la ONG cristiana de Arizona Alliance Defending Freedom, que con el apoyo de 49 congresistas republicanos y 18 fiscales generales a nivel estatal, logró llevar el caso hasta el Tribunal Supremo, que hoy ha decidido estudiarlo y pronunciarse al respecto.
“Las oraciones en los encuentros de organismos legislativos están incrustadas en la historia y tradición de esta nación”, indicó al diario USA Today el abogado que representa a la ONG cristiana, Thomas Hungar.
“Esperemos que la corte reafirme el acuerdo establecido de que estos rezos, ofrecidos de manera apropiada y con honestidad por parte de quien los realizan, son constitucionales”, añadió el abogado.
En el lado opuesto, el grupo de presión con sede en Washington Americans United for Separation of Church and State representará a las dos mujeres denunciantes, bajo la premisa de que, en 1999 y 2010, dos tercios de las oraciones pronunciadas en las reuniones del ayuntamiento de Greece “contenían referencias a Jesucristo o al Espíritu Santo”.
El caso podría tener consecuencias más allá de la administración local y alcanzar, por ejemplo, instituciones como el Congreso, donde la gran mayoría de las oraciones que dan comienzo a las sesiones tienen un trasfondo cristiano