La violación que sacudió las redes en El Salvador
En El Salvador la violencia es una situación a veces tan generalizada que rara vez sorprende
La frustración de Martínez lo hizo optar por otro megáfono. Su artículo tiene unas 40,000 visitas y más de 4,500 “me gusta” y otros 1,200 comentarios en Facebook.
“Increíble cómo las instituciones encargadas de velar y defender a la niñez se hacen las del ojo pacho. Definitivamente me indignó”, escribió la usuaria Barbarita Mejía.
“Pueden estar violando o matando una niña o niño y solo nos quejamos de que eso no debe hacerse. Nos damos la vuelta porque no es con nosotros, y aunque lo sea, cerramos los ojos, no queremos ver que estamos enfermos”, comentó Alejandro García por su parte.
Tanto el Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia en El Salvador como la Procuraduría adjunta para la Defensa de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Juventudes le dijeron a BBC Mundo que sólo se enteraron del caso después de leer la historia en la revista.
“El mismo día que se publicó el reportaje le dimos seguimiento”, le explicó a BBC Mundo la procuradora Margarita de Guardado. “Estamos tratando de contactar al antropólogo porque (en la historia) no está identificada la persona de la procuraduría con la que habló”.
Ni el representante de Unicef ni la procuradora se mostraron sorprendidos por la historia. Si bien De Guardado explicó que no tienen registro de este caso particular, si tienen otros casos de denuncias parecidas en colegios públicos.
“La violencia relacionada con las bandas es uno de las mayores causas de inseguridad ciudadana”, señala Jonathan Lewis.
“Se trata de un problema que afecta a menores todos los días”. Según datos de Unicef, en la última década más de 6.300 menores fueron asesinados en ese país.
Ante esta realidad, Martínez confiesa sentirse sorprendido por la reacción en las redes sociales.
“Que a la clase media y la clase alta, que son los que tienen internet, le haya chocado columna, tiene que ver con lo poco que conocen los barrios en El Salvador”.
“Esto me sorprendió, no sabía que estábamos tan desconectados unos de otros.
Haría falta que nos tomemos cinco minutos para hablar con las empleadas domésticas de las casas para darnos cuenta de la brutalidad que se vive en los barrios, y de lo común que es el abuso sexual en las mujeres, niñas y adolescentes”.