Malala pide no olvidar a niñas secuestradas por Boko Haram
Se cumplen 300 días del secuestro en Chibok de más de 200 menores por parte del grupo islamista
Malala Yousafzai, premio Nobel de la paz 2014, pidió este domingo a los líderes de todo el mundo y en especial a los nigerianos que hagan más esfuerzos para liberar a las escolares secuestradas el pasado abril por los islamistas de Boko Haram.
En un mensaje en su página web cuando se cumplen 300 días del secuestro en Chibok, Nigeria, Malala, de 17 años y que promueve la educación infantil, critica “la pobre” respuesta al suceso y señala que la reacción hubiera sido diferente si las niñas hubieran tenido padres influyentes.
“Si estas niñas fueran hijas de padres influyentes política o económicamente, mucho más se habría hecho para liberarlas“, razona la joven pakistaní, que, tras haber sido víctima de los taliban en su país, reside ahora en el Reino Unido.
“Pero proceden de un área deprimida del noreste de Nigeria y por desgracia poco ha cambiado desde que fueron secuestradas”, lamenta.
Malala urgió al Gobierno nigeriano resultante de las próximas elecciones a que se plantee como prioridad la liberación de las escolares en los primeros cien días de legislatura.
“Los políticos que se presentan como candidatos en las elecciones de marzo deberían demostrar no solo su empatía, sino también asumir la responsabilidad por esta tragedia”, escribe.
“Los líderes nigerianos deberían comprometerse a trabajar juntos y convertir esto en prioridad en sus primeros días en el Gobierno, así como la educación de todos los niños de Nigeria“, añade.
“Estas jóvenes -añade Malala- lo arriesgaron todo para obtener una educación que la mayoría de nosotros da por hecha. No podemos olvidarlas”.
Malala insta al mundo a “seguir pidiendo su liberación hasta que vuelvan a estar reunidas con sus familias y de nuevo en la escuela, obteniendo la educación que tan desesperadamente desean”.
La joven premio Nobel prometió seguir trabajando por los derechos de las mujeres en todo el mundo a través del Fondo Malala, con el que apoya programas de educación infantil en las áreas más deprimidas del planeta.
“Acabemos con esta saga ahora. Los líderes deben asegurar que el esfuerzo para rescatar a estas chicas produce un resultado real: el retorno de las niñas de Chibok“, concluye.