Sal de tu zona de confort

La zona de confort  es el conjunto de ambientes y comportamientos con los cuales una persona se siente segura y sin riesgo.  Es un lugar de seguridad aparente.

También se describe como un acondicionamiento mental que determina que las personas operen dentro de un marco de barreras mentales que no son reales. Sin embargo, dichas barreras crean un sentido de seguridad que solo es aparente. Es como una cortina detrás de la cual podrá evadirse de los desafíos diarios que enfrenta.

Al igual que la inercia, una persona que ha establecido una zona de confort en su vida, tendrá la tendencia de quedarse dentro de ella, ya que, al salirse, sale a lo desconocido y se ve enfrentada a nuevos desafíos.

A pesar de que nos provee un sentido de seguridad, también nos mantiene alejados del escenario de la vida real donde se encuentran las oportunidades para crecer, emprender y lograr nuestras metas.

La zona de confort nos puede secuestrar hacia sus dominios de seguridad aparente en cualquier momento de nuestras vidas, ya que sabe perfectamente que pagaríamos un precio muy alto para poder estar allí: para estar cómodos y tenerlo todo bajo control, somos capaces de sacrificar nuestros sueños.

¿Cómo salirse?

1. Crea el hábito de salirte de tu zona de confort todos los días

Cada día haz un esfuerzo de exigirte en un área en que te falta crecer. Enfrenta esos desafíos que la vida te trae con osadía y fe. Sin batallas no hay victorias. Sin desafíos no hay crecimiento y caemos en la mediocridad.

2. Cuando las cosas van bien, no descanses

Después de un gran esfuerzo que nos ha traído frutos, tenemos la tendencia de descansar sobre nuestros laureles. Sin embargo, no es el momento para retirarse detrás de las cortinas de tu zona de confort. No aceptes la inercia en tu vida, busca nuevos desafíos y sigue conquistando nuevos terrenos.

3. Haz una lista de las situaciones que tiendes a evadir

Sé brutalmente honesto contigo misma/o y determina cuál es la causa de ese comportamiento. Luego busca maneras de resolver esos problemas. A lo mejor vas a tener que educarte en esa área, buscar ayuda de terceros o simplemente hablar las cosas y dejarlas en claro.

4. No desestimes las zonas de conflicto en tu vida

Si no enfrentas y solucionas una vez por todas aquellas situaciones molestas que te irritan, atemorizan o entristecen, van a transformarse en serios estorbos que no permitirán que avances.

5. Cada vez que tu zona de confort te quiere envolver, prende una alarma

Vendrá sobre ti en forma sorpresiva. Si tu espíritu emprendedor es lo suficientemente importante, cuídalo y no sucumbas ante la comodidad y la aparente seguridad de tu zona de confort.

Fuente: enplenitud.com