Espacios (des)habitados: alegoría de la (in)comunicación
Wired Series, de Alessandro del Pero, celebra la geometría de luces y sombras, la abstracción como un detalle de una realidad mayor que nos trasciende.
A estas alturas pareciera imposible proponer alguna novedosa alegoría de la comunicación; y mucho menos en acrílico y lienzo, el formato constreñido del exigente plano bidimensional. Pero eso es exactamente lo que logra Alessandro del Pero (Italia, 1979), con las obras de Wired Series, su trabajo más reciente, que se exhibe en Cara Gallery, del circuito de Chelsea.
El artista italiano, establecido desde hace un lustro en Nueva York, tiene una carrera corta, y hasta pudiera añadirse meteórica, si no supiéramos que el talento es acumulación y el éxito una suma de aciertos que, como afirmaba el poeta Baudelaire, son siempre resultado de otros veinte intentos desconocidos. De cualquier modo, desde su primera muestra en Barcelona en 2009, se las ha ingeniado para exhibir diez colecciones en galerías internacionales, produciendo febril y fabrilmente, hasta establecer su distinguible sello.
Todo esto sin que su obra sea monótona o redundante. Del Pero muta constantemente, y sin embargo permanece, deja el rastro, esa marca que lo hace reconocible —destacándose dentro de la avalancha del arte contemporáneo—, y que puede estar en su paleta de tintes rosa viejo, su gama de grises y azules gastados, o en su figuración gestual, siempre gravitando hacia lo abstracto.
Quienes seguimos su obra, al menos tangencialmente, hemos podido apreciar como va (des)habitando la composición. Primero eran rostros, cuerpos, torsos, homúnculos desahuciados en una habitación, cuerpos escultóricos que crecen o se derriten mostrando su esqueleto de alambrón; luego la luz exterior que se filtra, creando geometrías imaginarias, fue transformando su obra en la convergencia de dos planos surreales. En uno, el detalle del espacio abandonado, en el que aún quedan reminiscencias: cortinas, cables, jarrones como naturalezas muertas; en otro que se le superpone, construyendo una suerte de anticipación, la falsa arquitectura de sombras, el polvo y el tiempo trazan su juego de abstracciones.
Siguiendo el dictado de van der Rohe, la nueva propuesta de Del Pero se radicaliza por el “menos es más”, apostando a la elocuencia sintética y su mensaje binario. En un universo inalámbrico, un haz de cables de caprichosas formas impone su gesto vintage, gesta pespuntes visuales de retrocomunicación. Esa geometría blanda, la de las líneas de alambre, la luz de una puerta entornada, destaca y magnifica el segundo en el que un espacio se deshabita antes de volverse a ocupar, y los flujos eléctricos, sonoros se interrumpen. Es un oda al vacío desde su propia urgencia emocional, testimonio de una pausa, un mundo que colapsa. Son obras bisagra que tienen implícitas los relatos de un antes y un después: una quietud de tránsito.
Lo que distingue además a estas piezas de Alessandro Del Pero, de otras también técnica y estéticamente bien elaboradas, es precisamente el uso de la alegoría simbólica expresada en su duplicidad: lo que se muestra alude a lo que falta, lo que revela solo adquiere sentido y se completa con lo que oculta. Todo lo contemplativo deviene incisivo, generador de interrogantes. No estamos frente a pinturas que se consumen en un solo acto.
Como advierte el escultor italoamericano Paolo Pelosini, puede haber en la reproducción automática de una estética, en este caso el abstraccionismo, cierta necrofilia, la explotación de un código visual tardío, y si no totalmente inoperante, sí anacrónico, descolocado; pero la fusión de Del Pero se acerca al abstraccionismo desde una propuesta más lírica y abierta, que lo conecta con el expresionismo abstracto estadounidense y le permite estructurarlo como neoexperimentación o revival en forma de espejismo, efecto óptico, ilusión visual.
Obras como las de Wired Series nos recuerdan que el arte es ese gesto sutil de reconciliar visiones que nos trae de vuelta, con más preguntas que respuestas, al mundo de nuestra propia irrealidad.
Alessandro del Pero comparte espacio en Cara Gallery con las esculturas de concreto de James Dinerstein Work 2007-2015, piezas abstractas y sinuosas de inspiración neoclásica con la plasticidad y la rebeldía de rítmicas telas congeladas en el instante en que caen o flotan agitadas por alguna muda danza contemporánea.
Wired Series se exhibe en Cara Gallery hasta el 20 de febrero. 508 W 24th St, New York, NY 10011 | Tel. (212) 242-0444 | caragallery-llc.com/