Ancianos no pueden esperar más por vivienda asequible
El plan de vivienda asequible de Bill de Blasio tiene el apoyo de las personas mayores en la ciudad que están en lista de espera por una casa que puedan pagar
Con la camisa roja de AARP puesta y un cartel de apoyo, la voz de la ecuatoriana Elsy Lupino fue una de las muchas que se oyeron este miércoles en las escalinatas de la Alcaldía apoyando el plan de vivienda asequible del alcalde Bill de Blasio. Lupino, que vive en Brooklyn con un bisnieto, paga menos de $180 al mes por su vivienda y dijo ser “una privilegiada”. “He vivido 50 años en esa casa”. Ella quisiera que otras personas mayores tuvieran la misma oportunidad que ella y por eso cree que es importante que el Concejo Municipal apruebe la propuesta del Alcalde.
Los ancianos son unos de los grupos de la población que más crece en la ciudad y que más problemas tienen a la hora de encontrar vivienda asequible. Quienes apoyan el plan de De Blasio, a través de las leyes de Vivienda Inclusiva Obligatoria y la Zonificación para Calidad y Asequibilidad, ven esta legislación como la posibilidad de acabar con regulaciones de zonificación antiguas, que imposibilitan la construcción de más complejos de viviendas para una población que no se puede permitir pasar años en lista de espera para optar a una vivienda que puedan pagar.
LEE TAMBIÉN: Leyes de vivienda asequible bajo el escrutinio público
Bobbie Sackman, directora de política pública de la coalición LiveOn NY Addordable Senior Housing explicó que oficialmente 111,000 ancianos de bajos recursos, muchos de los que viven con una pensión, pasan una media de siete años en la lista de espera. “Pero hemos proyectado que puede llegar a haber 200,000 ancianos en esta situación”, indicó. En esta coalición hay organizaciones religiosas como Caridades Católicas de Brooklyn & Queens, Jewish Home Lifecare y la New York Foundation for Senior Citizens, entre otras.
“Cuando se llega a una edad, no se puede esperar mucho más porque la perspectiva del tiempo es distinta. ¿Cuánto puede esperar una persona de 70 años?”, preguntó Sackman. La activista explicó que las antiguas normas de zonificación que impiden la construcción de más vivienda asequible para ancianos tienen 35 años “y si este plan no se aprueba, muchos seniors no van a esperar 35 años más”.
Según Sackman, hay 39 terrenos vacíos que podrían usarse en construcciones si se aprueba la nueva ley, algunos de ellos estacionamientos dedicados a ‘seniors’ que no se utilizan, y que pueden usarse para construcción de nuevas viviendas o centros sociales. Además, se podrán construir edificios de más de dos plantas que permitan instalar ascensores, algo esencial para las personas mayores.
Para Beth Finkel, directora estatal de AARP, el plan del Alcalde “abrirá las compuertas para que haya miles de viviendas nuevas y se mueva una lista de espera en la que hay gente que no puede esperar más”. “Es la primera vez que la Ciudad mira el problema de la vivienda de una forma comprensiva”.
De Blasio aboga por su plan
El Alcalde pidió a los miembros de las organizaciones que se dieron cita en las escalinatas de la Alcaldía a que hicieran oír su voz “ante los miembros del Concejo para que estos sepan que este plan es importante”. De Blasio lamentó que durante años se haya desplazado a residentes de sus vecindarios y dijo que durante mucho tiempo las empresas de bienes raíces han sido “las que han decidido, pero ya no más”. “El interés público es prioritario”, enfatizó el Alcalde, agregando que “los días de dar regalos se han acabado”, en referencia a las empresas inmobiliarias.
De Blasio indicó que el estatus quo en la vivienda no está ayudando a los seniors y hay que cambiarlo. “Hay gente a la que le da miedo el cambio pero tenemos que luchar por ello y por esta legislación, ustedes tienen que ser los autores del cambio”, dijo.
Algunas de las asociaciones tienen previsto reunirse con los concejales para transmitirle su apoyo a una ley para la que hay posiciones encontradas.
LEE TAMBIÉN: El plan de vivienda asequible divide a la ciudad
Tomás Siracuse, de 78 años, era uno de los que ayer iba a contracorriente en la manifestación en la Alcaldía. Con un español muy depurado fruto de dos años de residencia en Costa Rica, Siracuse, un maestro retirado, explicó que el plan del Alcalde “es un regalo para la industria de bienes raíces que comenzó con (el alcalde, Michael) Bloomberg”.
Con un pin del Partido Verde, Siracuse lamentaba que el plan de vivienda no va a impedir la gentrificación de más barrios y “no ayuda a los trabajadores porque los niveles de ingresos para los que se planean las viviendas son aún muy elevados”.
Este es uno de los puntos de fricción que incluso quienes apoyan el nuevo plan cree que deben cambiarse. Las unidades asequibles se reservan para residentes que tengan ingresos del 60% y 80% del ingreso promedio del área, es decir, unos $46,620 al año o $62,150 para una familia de tres personas. El salario medio en barrios como East New York no llega a los $30,000 anuales.
Finkel admitió que las personas de bajos y moderados recursos necesitan más ayuda “pero hay que tener en cuenta que no podemos dejar a casi 200,000 seniors desatendidos”.