Los padres lo tuvieron (mucho) más fácil en Nueva York
Los mileniales de NYC sufren las consecuencias de la Gran Recesión
Los bisabuelos y los abuelos de muchos de los mileniales de EEUU vivieron el desolado escenario económico y social que John Steinbeck narró en la imprescindible novela “Las uvas de la ira”. Esta generación de jóvenes, nacida entre 1985 y 1996, no lo está teniendo nada fácil tampoco. Su llegada a la edad adulta y el mercado laboral ha coincidido con un periodo económico, la Gran Recesión, una lenta recuperación y la explosión de las desigualdades, que solo fue peor durante la Gran Depresión de los años treinta.
Mientras estos jóvenes, con o sin título universitario, buscaban su lugar en el mercado laboral, EEUU perdía casi nueve millones de empleos. Es un revés que tendrá impacto a nivel nacional durante décadas.
Nueva York y la comunidad latina de esta ciudad, en particular, conocen esta dura realidad de cerca, según se desprende del informe hecho por la oficina de la contraloría de la ciudad sobre la situación en la que viven estos jóvenes. Según el contralor Scott Stringer, “este grupo está enfrentándosea a retos económicos únicos a los que sus padres no tuvieron que enfrentarse. Se espera que cada nueva generación viva mejor que la anterior, pero muchos mileniales no están teniendo una oportunidad justa para conseguirlo en la ciudad”.
Y son muchos. Esta generación que ahora tiene entre 19 y 30 años, creció un 9% en los primeros 14 años del siglo XXI y 1.6 millones de ellos viven en la ciudad. Son el 19% de la población siendo los hispanos el grupo más numeroso (el 31.1%) y los asiáticos los que más rápido están creciendo.
La gran mayoría de ellos sufren más el desempleo que sus mayores. De hecho, aunque en la ciudad hay más puestos de trabajo que nunca la franja de trabajadores de 18 a 29 años no había recuperado totalmente los niveles de prerecesión en 2015. Por ejemplo, en 2007 la tasa de desempleo de hispano era del 9.9% y llegó a ser del 13.4% en 2011. Fue peor en el caso de la comunidad negra. Ahora es del 9.3% y 11.4% respectivamente.
Adicionalmente, el mercado laboral es menos atractivo. El ratio de jóvenes que están empleados en sectores de bajos ingresos (servicios de comidas, ventas al por menor, hostelería…) ha crecido cuatro puntos porcentuales desde 2000 a 2014. Son puestos ocupados en un 33% por personas que tienen un título universitario cuando a principio de siglo este porcentaje era 10 puntos más bajo. El número de jóvenes adultos que trabaja en finanzas u otros sectores de altos ingresos ha retrocedido, como lo ha hecho el sector en general.
A resultas de ello, los sueldos también se han venido abajo. En el caso de los servicios de hostelería los salarios han caído un 16% con respecto a 2000, los del sector de arte y entretenimiento son un 26% más bajos.
La composición del empleo está contribuyendo a que se disparen las desigualdades entre los jóvenes. En los primeros 14 años de siglo los salarios reales de las industrias de altos sueldos crecieron un 6% pero cayeron un 8.3% en los trabajos de salarios medios y un 11.6% en aquellos de bajos ingresos
Ni-nis en NYC
En 2014 había 162,000 jóvenes adultos en la ciudad que ni estudiaban, ni trabajaban, ni se hacía cargo de hijos. Un 1.4% más que la media nacional y una de las urbes más afectadas del país. Entre los más afectados están las personas que no tienen más que el diploma de high school. El problema es que estudiar es cada vez más caro y los estudiantes de los cinco condados ya deben $14,000 millones de deuda de estudios.
¿Qué hacer?
La oficina del contralor ofrece varias soluciones:
- Subir el salario mínimo
- Ampliar el número de personas a las que se les paga horas extra
- Ayudar a que las universidades públicas sean asequibles
- Crear más vivienda asequible
- Desarrollar programas de entrenamientos profesionales y oportunidades de trabajo de verano
- Cambiar la justicia criminal y rehabilitación para ayudar a millones de jóvenes con informes criminales.