¿Quién se roba la Navidad de los inmigrantes?

Nueva York – En el 2011, algunos políticos se ‘esmeraron’ para convertirse en los “Grinches” de los inmigrantes, ya que les “robaron” la paz, la esperanza en una reforma migratoria, la posibilidad de realizar el “sueño americano” y en muchos casos, hasta los separaron de sus hijos. Otros, los persiguieron o promovieron contra ellos una campaña racista y xenófoba.

Tal vez, quien se lleva el primer puesto en la competencia para emular al “ogro verde” es el alguacil de Maricopa, Joe Arpaio.

“El presidente Obama y su grupo de hombres alegres también podrían erigir su propio anuncio neón de color rosa en la frontera entre México y Estados Unidos que diga: ‘Bienvenidos todos los ilegales a los Estados Unidos, nuestra casa es su casa'”, dijo Arpaio en una ocasión.

“Es muy simple. Tengo la solución. Pero nadie quiere escucharme. Tenemos que ir a buscarlos a las fábricas y a las granjas. Y si no tienen los documentos en regla, debemos arrestarlos y deportarlos”, había dicho el sheriff en un acto del “Tea Party” en el 2010.

Otro que se suma a la lista de “peludos cascarrabias” es el gobernador Robert Bentley, de Alabama, que promulgó este año la ley HB56 que penaliza la inmigración indocumentada.

“Tenemos un problema real con la inmigración ilegal en este país…Yo defendí las leyes de inmigración más severas y estoy orgulloso de la Legislatura por trabajar incansablemente para crear la legislación más fuerte del país”, dijo Bentley al firmar el 9 de junio dicha legislación, considerada la más estricta del país.

Ya Bentley comenzó a recoger sus palabras, porque la ley ha sido demandada, entre otros por el departamento de Justicia, y él ha tenido que comprometerse a revisar los términos de la misma, aunque insiste en que su esencia “no cambiará”.

Para la candidata del Partido del Té (Tea Party) a la nominación republicana, Michele Bachmann, sólo hay una solución para la inmigración indocumentada.

“Construiré una doble muralla” en toda la línea que divide a EE.UU. y México, dijo en un debate entre los republicanos, el 18 de octubre.

“Este gobierno parece comprometido con una amnistía encubierta (…). En el último año el gobierno de Obama ha intencionalmente permitido que inmigrantes ilegales permanezcan en Estados Unidos”, sostuvo el representante republicano de Texas, Lamar Smith, quien presentó el Acta de Comunidades Seguras y el acta de la Fuerza Laboral Legal, entre otras legislaciones contra la inmigración indocumentada.

Steve Levy, exejecutivo del condado de Suffolk, fue un “Grinch” antiinmigrante desde su posesión.

Después que el gobernador Andrew Cuomo suspendió la participación del estado en el programa de Comunidades Seguras, Levy indicó que era un “horrendo” revés al cumplimiento de la ley y que le parecía impropio que un estado se opusiera al gobierno federal en su encomienda de velar por la seguridad nacional.

El “grinch” Herman Cain, exprecandidato presidencial republicano, cayó en desgracia después que alegaciones de acoso sexual de varias “féminas”, lo obligaran a suspender su campaña.

Sin embargo, es bueno recordar que en su afán de ganar el apoyo de su partido, Cain llamó a resolver la inmigración indocumentada asegurando las fronteras de Estados Unidos con un foso lleno de cocodrilos y una “gran muralla China” electrificada.

Hay un dicho popular que reza “Por la boca muere el pez”. Veremos en el 2012, cuánto les va a costar a estos personajes sus comentarios fuera de tono y sus imprácticas soluciones a la situación de más de 12 millones de personas, cuyo destino depende de que haya una reforma migratoria integral.

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