Año nuevo…y huelga a la vista

NUEVA YORK – La inminente huelga de trabajadores de limpieza de edificios comerciales, por la falta de un acuerdo en el contrato laboral, despierta incertidumbre y preocupación en muchas familias hispanas pertenecientes al gremio.

A partir de las 12:01 de la madrugada del primero de enero, más de 22 mil empleados podrían suspender las tareas de limpieza en más de 1,500 edificios de oficinas comerciales de la ciudad de Nueva York si no se firma un contrato entre el sindicato 32BJ SEIU y la Junta Consultiva de Bienes Raíces (por sus siglas en inglés, RAB).

Para la dominicana Enma Mehmedovic, de 49 años, residente en El Bronx, su fe en Dios es lo que la ayuda a mantener la calma.

“Me mantengo orando para que no entremos en huelga, porque soy el único sustento que tienen mis dos hijos adolescentes”, dijo Mehmedovic, tras dar un gran suspiro.

La mujer, que cobra $22.65 la hora por 40 horas de trabajo de lunes a viernes, en el edificio Sony -en la avenida Madison en Manhattan- cataloga como un “desastre” si se llega a una huelga.

“Si yo no trabajo no voy a tener como pagar la renta de $1,300 mensuales, ni los $200 semanales para darle de comer a mis hijos”, reiteró la mujer que trabaja hace 11 años en limpieza.

Héctor Figueroa, Secretario del sindicato 32BJ SEIU -que agrupa a los trabajadores de limpieza- aseguró que no quieren ir a la huelga, aclarando que si “los negociadores insisten en mantener la propuesta de división salarial, entonces si habrá huelga”.

Entre los puntos neurálgicos que están en la mesa de negociación desde mediados de noviembre está la propuesta de los representantes de RAB, -que agrupa a propietarios, operadores y contratistas de limpieza- de mantener el mismo sueldo a los empleados actuales y pagar menos salarios y disminuir los beneficios a los nuevos trabajadores que sean contratados.

El salario anual mas alto que percibe un trabajador de limpieza es de $47 mil anuales -un promedio de $906 por semana- cifra que Figueroa calificó como baja si se toma en cuenta el costo de vida de la ciudad.

“La huelga nos afectaría grandemente”, asegura el nicaragüense Iván Almendarez, de 36 años, que trabaja limpiando las instalaciones de la Universidad de Nueva York, desde hace siete años, y que de producirse el cese laboral, no tendrían ninguna entrada económica en la familia, hasta tanto no se llegue a un acuerdo.

María, esposa de Almendarez, está incapacitada desde hace un año tras ser diagnosticada con cáncer, y el salario del hombre que asciende a 47 mil dólares anuales, es el único sustento que tienen para mantener a cuatro hijos.

“Con el pago mensual de $1,180 de renta, no es mucho lo que le queda a uno para vivir”, explicó Almendarez, residente en El Bronx.

Howard Rothschild, presidente de RAB, expresó en un comunicado que desde que fue negociado el último contrato en 2007, “los costos operacionales y los impuestos de propiedades comerciales han aumentado y los ingresos de alquiler han bajado”.

Agregó que entre las peticiones, se le ha solicitado al sindicato “que tome una nueva mirada al acuerdo laboral, entendiendo que la economía actual es muy diferente a la de hace cuatro años”.

“A nadie le conviene la huelga, pero es la única forma que uno puede hacer escuchar su voz” reflexiona el dominicano Elpidio Sánchez, de 48 años y que lleva trabajando 10 años en limpieza.

Sánchez admitió que, aunque está preocupado porque su esposa Ángela también trabaja en la limpieza y la medida significará que en su hogar no entrará dinero, “se debe llegar hasta las últimas consecuencias”.

Padre de tres hijas y residente de El Bronx, Sánchez dijo que “estamos preocupados porque cuando hay una huelga no se sabe por cuanto tiempo se va a prolongar y las cuentas no paran de llegar”.

Los Sánchez necesitan -por lo menos- 3 mil dólares para los gastos básicos mensuales, que incluyen el pago de la renta de $956, además de los servicios, la mensualidad de la escuela privada de su hijo menor y el pago de la universidad de su otra hija.

Mientras la negociación sigue, ambas partes -la RAB y el sindicato 32BJ- se preparan ante la posibilidad de la huelga.

Una vez que se comienze la huelga, ni los contratistas ni los trabajadores de reparación pueden cruzar las líneas de piquetes sindicales, por lo que RAB ha recomendado a sus afiliados a que hagan una revisión de todo tipo de sistema en los inmuebles, así como incluir contenedores de basura adicionales, entre otras recomendaciones.

De igual manera, los trabajadores de limpieza tendrán que estar pendientes a la media noche del 31 de diciembre, cuando se les avisará por mensaje de texto, correos electrónicos o llamadas, si hay una convocatoria a la huelga.

Los edificios más importantes que se verían afectados con la huelga incluyen el centro Rockefeller, Met Life, Empire State y el Centro Time Warner.