A pocos días de Iowa

En menos de una semana, con el voto de los comités electorales o caucus republicano en Iowa, llega el esperado comienzo de la elección presidencial del 2012, en un estado que en realidad tiene una importancia desproporcional en el calendario electoral.

La pretemporada política en la interna republicana ha sido larga e inusualmente pública con numerosos debates sobre los temas más variados. Es una carrera por mostrar quién es más conservador, todo en el afán de ganar el respaldo de los simpatizantes del Tea Party.

Esto ha llevado a los aspirantes presidenciales a lanzar propuestas e ideas que seguramente cambiarán de tono si el precandidato llega a la elección general y necesita el obligado voto independiente para llegar a la Casa Blanca.

En este aspecto es inconcebible que a esta altura -con la reducción del flujo migratorio y el récord de deportaciones- la gran mayoría de los precandidatos manipule el tema migratorio. Y así explotar el temor y la ignorancia de la base partidaria, usando a los indocumentados como chivos expiatorios.

Por otra parte, hasta ahora todos los caminos para la Casa Blanca comienzan por Iowa, un estado que no representa la sociedad racial y étnicamente diversa, ni urbana como en la que viven la mayoría de los estadounidenses. Y en el caso republicano, también es más conservadora.

Sin embargo, por motivos de la política desde hace varias años los votantes de Iowa tienen el raro privilegio de ver de cerca y poder interrogar personalmente a los candidatos. Mientras que el sistema electoral de caucus pone a prueba la capacidad organizativa de un candidato.

Ganar en Iowa no garantiza obtener la nominación presidencial, pero un triunfo eleva el perfil del precandidato de camino a la primaria de New Hampshire.

El 2012 es un año electoral clave con decisiones fundamentales para decidir el rumbo a tomar que saque a EE.UU. de la crisis económica. Todo esto empieza en una semana.

La Opinion/impreMedia

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