México promete elecciones seguras

El gobierno aspira que el proceso sea de 'gobernabilidad y paz'

Alejandro Poiré, secretario de Gobernación de México.

Alejandro Poiré, secretario de Gobernación de México. Crédito: EFE

MÉXICO, D.F. (EFE).- El Gobierno mexicano se comprometió ayer a trabajar para que el proceso electoral en curso, que culminará en las elecciones presidenciales del 1 de julio, se desarrolle de manera segura y a salvo de la amenaza del crimen organizado.

“Vamos a tener un proceso electoral en paz, con seguridad, con tranquilidad, pero tenemos que trabajar mucho para ello”, dijo en rueda de prensa el secretario de Gobernación (Interior), Alejandro Poiré.

El número dos del Gobierno encabezado por el presidente Felipe Calderón sostuvo que existe una amenaza cierta de la delincuencia organizada por influir en los comicios, misma que conocen las autoridades y que tratarán de contrarrestar en los meses venideros.

Para ello ayer se detalló el contenido de un acuerdo entre Gobernación y el Instituto Federal Electoral (IFE) para tratar de que el proceso electoral se desarrolle en un clima de “gobernabilidad, seguridad y paz social”, dijo Poiré.”El objetivo del convenio es tener una mesa de trabajo en donde, de manera permanente, se pueda alertar de elementos de información que más allá de la comisión del delito, para lo cual el mecanismo ya existe, nos permitan apoyar a la autoridad electoral en su trabajo”, añadió el ministro.

En el caso de que se identifique una zona de riesgo en la que se presenten obstáculos en el desarrollo del proceso electoral, el objetivo es que haya “elementos de seguridad” para que pueda regresar la normalidad.

Poiré reconoció que la intervención de la delincuencia en los procesos electorales “es una preocupación” que existe en México actualmente, porque el crimen organizado “por naturaleza busca su expansión” y por ello hay que combatirlo “con firmeza” y llevarlos ante la justicia.

El convenio pretende también que la Secretaría de Gobernación suscriba, de ser necesario, “protocolos de seguridad” con los estados donde haya problemas irresolubles para las autoridades locales y estatales.

El ministro evitó detallar cuántos “focos rojos” (zonas conflictivas) hay detectados a día de hoy ante las elecciones.

“Esa información tiene que guardar la debida reserva para que sea útil en materia de seguridad”, puntualizó.

También se le preguntó si las autoridades de Estados Unidos estaban colaborando con México en materia de seguridad de cara a los comicios, a lo que Poiré contestó que no.

Sobre el contenido de una reunión celebrada anteayer entre el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EEUU, David Petraeus, y el Gabinete de Seguridad mexicano, al que pertenece Poiré, dijo únicamente que hubo un “intercambio de información” para estrechar los lazos bilaterales.

Sostuvo que la cooperación con EEUU “viene desde el inicio de la Administración (de Calderón, 2006-2012) y seguirá hasta el final” de la misma sobre la base de las reglas y tratados que existen porque el problema tiene una dimensión “regional”.

La carrera electoral que culminará el 1 de julio, cuando también se celebrarán comicios en siete estados del país, comenzó formalmente el 7 de octubre pasado y se encuentra en estos momentos en su fase de precampaña.

Los distintos partidos deberán registrar a sus candidatos del 15 al 22 de marzo próximo para comenzar el 30 del mismo mes la campaña, que culminará el 27 de junio.

De las elecciones del 1 de julio, para las que es favorito el Partido Revolucionario Institucional (PRI), según la mayoría de las encuestas, saldrá el sucesor de Calderón, del conservador Partido Acción Nacional (PAN).

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