Pequeños aburridos

Si a pesar de sus decenas de actividades tus hijos se aburren, esto te interesa.

IM_20120201_VIDAYESTILO02_120209981

Crédito: Aurelia Ventura / La Opinión

¿Cuántas formas existen de entretener a un niño para que no se fastidie? ¡Millones!, tantas como su mamá imagine: contar autos de color gris, cantar canciones, mirar caricaturas o películas, jugar con la tableta electrónica o dejar, simplemente, que entre a Facebook para que busque algunos juegos como granjas o peceras virtuales que lo entretengan.

Para algunas madres, el hecho de que su retoño guarde silencio y se quede quieto por un momento es imposible, porque pareciera que lo expone a vivir esa gris y sombría situación llamada aburrimiento. Sin embargo, el niño desde chico a dedicar un momento a la reflexión, a pensar, así como para organizar las ideas que tiene, jamás conocerá el temido tedio de no saber qué hacer.

Angela Marulanda, autora del libro Sigamos creciendo con nuestros hijos de Editorial Norma, comenta que: “Lo inexplicable es que, a pesar de todo lo que tienen para entretenerse, hoy más que nunca se quejan de que están aburridos. Tal vez porque no tienen oportunidad para conectarse consigo mismos y enriquecer su mundo interior”.

La oferta de actividades que un niño puede tener es ilimitada, por lo que es sencillo encontrar a pequeños que prácticamente los 7 días de la semana las tienen programadas tanto al salir de la escuela, así como para el fin de semana, por lo que si tienen algunas horas de las que puedan disponer, serán destinadas al juego, la televisión o a la computadora, y quizá no tengan un momento para guardar silencio y pensar.

La autora explica que: “A medida que los hijos van por la vida haciendo y haciendo cosas, también debemos buscar que se detengan a preguntarse quiénes son y para dónde van”. Un niño tiene preocupaciones por resolver, ilusiones por cumplir, así como aprendizajes que necesita reflexionar, para incorporarlos en su historia de vida, por lo que es equivocado pensar que una persona durante la etapa de la infancia, no necesita de un instante para hacerlo.

Dentro del calendario semanal o agenda, en el que ya se tienen programadas las actividades por cumplir, puede utilizar algunos momentos como son los traslados de un lugar a otro, ya sean en auto o a pie, para pensar en lo que él tenga interés. Se trata de que este ejercicio sea parte de la vida cotidiana y el pequeño aprenda a hacerlo de manera natural y así, nutra su vida interior gracias a las experiencias que acumula.

“Cuando un niño tiene momentos para estar solo, tranquilo, sin distracciones ni actividades, así se aburra un poco, cuenta con el espacio para soñar, para desarrollar su creatividad, para dar rienda suelta a su imaginación y expresar artísticamente sus inquietudes y sentimientos”, opina la autora.

La música puede ser una gran aliada para que se aprovechen esos momentos en los que se puede pensar, hay de muchos tipos, clásica, con sonidos naturales como cantos de pájaro o lluvia, el objetivo es que le guste y lo invite a estar por un instante en calma y silencio.

Quizá, este rato de reflexión del pequeño pueda ser un obsequio de la mamá a sí misma, y utilizarlo con el mismo propósito. Después de todo, ambos necesitan de una pequeña pausa que les permita ver sus anhelos y dificultades como parte de su existencia, la cual merecen disfrutar profundamente.

http://www.sermexico.org.mx

“La perseverancia es el motor del éxito”

Bojorge@teleton.org.mx

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain