Glaucoma: un enemigo silencioso

La enfermedad visual, que puede causar ceguera, afecta más a los hispanos en EEUU

Nueva York – Miles de personas en Estados Unidos están siendo afectadas por una enfermedad de los ojos a la que los expertos se refieren como “enemigo silencioso”. Se trata del glaucoma, un mal que puede reducir lentamente la visión y causar ceguera irreversible.

Según el Instituto Nacional del Ojo de EE.UU. (NEI, en inglés), cerca de 2.2 millones de personas han sido diagnosticadas con glaucoma en la actualidad. Lo más alarmante es que al tratarse de una condición que no presenta síntomas ni dolor en su etapa temprana, pasa desapercibida, por lo que muchos no saben que la padecen.

El glaucoma es un grupo de varias enfermedades que dañan las células del nervio óptico, que transmiten información visual desde el ojo hasta el cerebro. La forma más común es el glaucoma primario de ángulo abierto, que se caracteriza por un aumento en la presión dentro del ojo (presión intraocular). Esto ocurre cuando el fluido que circula dentro y fuera de la parte frontal del ojo drena muy lentamente.

“El problema es que la visión se afecta primero periferalmente, que es lo que uno mira por el lado del ojo, y como la mayoría de las personas no están conscientes de esa visión no la extrañan. Debido a que la progresión es tan lenta y leve, es raro que el paciente se de cuenta hasta que se afecta la visión central”, indica la doctora Hanna Rodríguez Coleman, portavoz del NEI, quien tiene su práctica en el Hospital Columbia-Presbyterian de Nueva York.

“Como ocurre con muchas de las enfermedades que afectan a los ojos, una vez se pierde la visión debido al glaucoma no tenemos la habilidad de reponerla; ya no hay remedio. No es como la catarata, que se puede hacer cirugía para reponer la pérdida de la visión”, acota la oftalmóloga.

La portavoz del NEI sugiere que las personas con mayor riesgo de sufrir de glaucoma se hagan el examen oftalmológico cada uno o dos años. Entre esas personas están los afroamericanos mayores de 40 años; todos los mayores de 60 años, especialmente los méxico-americanos; y las personas con familiares que han tenido glaucoma.

“Todos los grupos hispanos tienen más predisposición a sufrir de glaucoma que los caucásicos y esto tiene que ver con la genética que los hace más propensos a la enfermedad”, aclara la experta.

El glaucoma se puede detectar con un examen de los ojos con dilatación de las pupilas. Este examen permite al oculista ver dentro del ojo para determinar si hay signos de glaucoma y otros problemas de la visión.

“Si el paciente no está consciente de hacerse los exámenes oftalmológicos cada año después de los 40, nunca se va a enterar que tiene la enfermedad hasta que es demasiado tarde”, dice la doctora Rodríguez.

“Lo más importante es estar consciente del historial familiar. Si usted sabe que su papá, su mamá o un hermano tuvo glaucoma, no espere dos años para hacer esa cita para examinarse los ojos”, insiste la doctora.

Cuando se detecta temprano -según Rodríguez- el tratamiento es sencillo y poco agresivo. “Generalmente es una serie de medicamentos en gotas que se ponen dos veces al día, o antes de acostarse a dormir. A veces, la situación es un poco más avanzada y se necesita cirugía (láser o convencional), pero se puede controlar y se puede mantener la visión”, explica Rodríguez.

El Medicare cubre un examen anual completo de los ojos con dilatación de las pupilas para algunas personas con alto riesgo de desarrollar glaucoma. Estas personas incluyen aquellas con diabetes, una historia familiar de glaucoma o personas de descendencia afroamericana que sean mayores de 50 años y los latinos de 65 años o más.

El NEI estima que hay otros 2 millones de personas que podrían estar sufriendo la enfermedad pero aún no han recibido un diagnóstico médico.

De acuerdo a un sondeo nacional realizado por el NEI, más del 90% de las personas en EE.UU. ha oído hablar del glaucoma, sin embargo, sólo el 8% está consciente de que la enfermedad no presenta síntomas en su etapa temprana.

Dentro de otras medidas de prevención sugeridas por la doctora Rodríguez destacan: mantener un peso corporal adecuado y consumir una dieta balanceada. Si padece de diabetes debe controlarla, porque la diabetes puede llevar a sufrir de glaucoma más temprano.

pedro.frisneda@eldiariony.com

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