Con sabor afrodisíaco
Restaurante de Chicago ofrece platillos mexicanos que estimulan el apetito sexual
CHICAGO.- El restaurante mexicano La Casa de Samuel ofrece en Chicago un menú donde se pueden descubrir platillos que pueden resultar afrodisíacos y transformar las noches románticas en algo inolvidable.
Muchos de los alimentos que ingerimos son afrodisíacos naturales que estimulan los sentidos y liberan las endorfinas.
Algunos más conocidos que otros, como los mariscos y moluscos que ayudan a asimilar mejor las proteínas, grasas y carbohidratos, e incitan el deseo sexual.
Las fresas, que estimulan el sistema nervioso; la jalea real que es un estimulante general, la frambuesa que contribuiría a relajar los órganos sexuales de las mujeres, o el café con los efectos estimulantes de la cafeína sobre el sistema nervioso.
No podría faltar en la cena el aguacate, que para los aztecas era el “Ahuacuatl” o “Árbol del testículo”, acompañado con pimienta negra y vinagre balsámico.
O un postre de chocolate, también considerado “el alimento de los dioses” por los aztecas, que contiene componentes químicos con efectos neurotransmisores en el cerebro y una sustancia parecida a la cafeína.
Todos estos secretos pueden formar parte de una cena sencilla, en un ambiente como La Casa de Samuel donde los mozos pueden sugerir platillos del menú sin mencionar la palabra afrodisíaco, tal como fueron capacitados por el propietario.
“Pueden decir que es algo nutritivo o medicinal, pero sin prometer efectos especiales”, dijo Samuel Linares.
“Una sopa de ajo con un par de yemas de huevo y ostiones da mucho resultado”, dijo como ejemplo, sin entrar en detalles
La carta también recomienda las sopas de cebolla, de flor de calabaza y de huitlacoche (un hongo de la mazorca), además del caldo de mariscos, ceviche de pescado, y cocteles de aguacate, pulpo y abulón (molusco conocido como oreja del mar).
Para beber lo mejor es vino tinto, cerveza o un batido de mango. Hay que olvidarse del Bloody Mary porque el jugo de tomate contiene sustancias que pueden bajar los niveles de testosterona, la hormona fundamental para el deseo sexual.
También las bebidas alcohólicas fuertes, o los energizantes que aceleran el ritmo cardíaco y elevan la presión arterial, uno de los ingredientes de la disfunción eréctil, según los médicos.
“Cada uno busca lo que quiere, y en mi carta lo puede encontrar”, dijo Linares, quien también destacó la música suave en vivo de un tecladista.
Con más de 25 años de oficio en Chicago, este guerrerense ha convertido a su restaurante en uno de los más reconocidos de la ciudad, con una clientela muy exigente.
Sus comienzos fueron a los 16 años en Acapulco, “como todo el mundo, lavando platos y ollas”, dijo.
“Pero me gustó mucho la cocina y llegué a ser el chef ejecutivo del Hotel Presidente en 1966. De ahí comencé a saltar de una ciudad a otra entre Acapulco, Ciudad de México, Villa Hermosa, Veracruz, Aguascalientes, Salamanca, siempre aprendiendo y con la esperanza de ahorrar y poder abrir mi propio restaurante”, agregó.
Con 23 años de experiencia en México, la oportunidad de su vida le surgió fortuitamente.
“En 1986, un amigo del DF con el que nos habíamos criado, me recomendó a unos muchachos que iban a abrir un restaurante en Chicago. Me llamaron para preguntarme si era chef y me vine sin conocerlos. Aquí hice una prueba, les gustó y me quedé”, recuerda.
Después de trabajar dos años en el restaurante y ahorrar, “vi que aquí el panorama era diferente, había crédito y facilidades. Invertí mi dinerito y me salió el sueño”, dijo.
Linares, que actualmente tiene 68 años, destacó en La Casa de Samuel el apoyo de Mario, Carlos, Arturo y Verónica en la cocina, para destacarse en Chicago entre los restaurantes de cocina mexicana “cien por ciento”.