Acuerdan extender subsidio de desempleo
Los dirigentes demócratas y republicanos en el Congreso de Estados Unidos llegaron a un acuerdo que extenderá las reducciones de impuestos sobre los sueldos.
Washington/EFE – Los dirigentes demócratas y republicanos en el Congreso de Estados Unidos llegaron a un acuerdo que extenderá las reducciones de impuestos sobre los sueldos y los subsidios por desempleo que afectan a millones de personas.
El presidente del Comité de Finanzas del Senado, el demócrata Max Baucus, de Montana, y el presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, Dave Camp, de Michigan, emergieron de las negociaciones diciendo que su pacto cuenta con buenas posibilidades de ser aprobado en ambas cámaras.
El Gobierno del presidente Barack Obama está a favor de la extensión de cortes en los impuestos federales sobre los sueldos de los trabajadores, y del subsidio federal por desempleo que ampara a millones de personas que ya agotaron su beneficio de paro pagado por los Estados.
Pero el ala más militante y conservadora del Partido Republicano se ha opuesto a ambas extensiones durante cuatro meses reclamando del Gobierno Federal cortes en sus gastos que compensen las recaudaciones no percibidas sobre los sueldos y el costo del subsidio por desempleo.
Baucus y Camp no dieron detalles del pacto al que llegaron pero, en términos generales, se sabe que extiende por diez meses la reducción del 2% en el impuesto de Seguro Social sobre los sueldos y los beneficios por desempleo.
El acuerdo, además, deja en suspenso una disminución en los pagos que el gobierno hace a los médicos que atienden a pacientes dentro del programa Medicare, un subsidio federal a los gastos de salud de los jubilados.
El acuerdo incluye una serie de medidas que financian el costo de las extensiones, incluidos cortes en el programa de salud del gobierno de Obama y el requisito de que los empleados del Gobierno Federal contribuyan más a sus planes jubilatorios.
Aún así la rebaja de impuestos sobre los sueldos significa la pérdida de unos $100,000 millones en recaudaciones no percibidas, y eso se suma al déficit presupuestario.