Desbaratan estafas al Medicare en clínicas de suburbios de Chicago
Dos médicos y dos enfermeros fueron acusados de fraude en una investigación federal de estafas al Medicare en clínicas ubicadas en suburbios de Chicago y encabezadas por Jacinto “John” Gabriel, se informó hoy.
CHICAGO (EFE).- Dos médicos y dos enfermeros fueron acusados de fraude en una investigación federal de estafas al Medicare en clínicas ubicadas en suburbios de Chicago y encabezadas por Jacinto “John” Gabriel, se informó hoy.
Según un comunicado de la fiscalía federal del distrito norte de Illinois, Gabriel tiene 44 años y vive en la vecina ciudad de Berwyn, Illinois.
Sin capacitación médica formal, título médico o licencias para actuar como profesional de la salud, Gabriel era propietario de dos clínicas ubicadas en el norte de Chicago y en el suburbio de Oak Forest.
Ambas clínicas recibieron pagos del Medicare por 44 millones de dólares entre 2006 y 2011, de los cuales 20 millones de dólares habrían sido fraudulentos y producto de 16 mil reembolsos solicitados sin conocimiento de los pacientes, dice el comunicado.
Gabriel, que fue detenido y acusado preliminarmente de 43 cargos de fraude en febrero de 2011, se encuentra en libertad bajo fianza.
La fiscalía informó hoy de que fueron agregados a la causa Jassy Gabriel, de 42 años, enfermero y hermano del principal acusado; los médicos Charito Dela Torre de 71 y Ricardo González de 75 años, y su hija Rosalie González de 42 años, también enfermera.
Junto a otras once personas también acusadas hoy de conspirar para defraudar al Medicare, todos habrían participado en maniobras con falsos reembolsos por servicios nunca realizados o que no eran médicamente necesarios.
Según el comunicado, el dinero obtenido por Gabriel en las estafas fue utilizado para apostar en casinos del área de Chicago y Las Vegas, en la compra de automóviles, joyas y bienes raíces.
Asimismo, en regalos a empleados, sobornos a médicos y pago de comisiones a personas que le enviaban pacientes.
La fiscalía informó de que los acusados arriesgan decenas de años de prisión por conspirar para cometer fraude, lavado de dinero, fraude impositivo y violación del estatuto médico contra sobornos.